A los 27 años, Jim Morrison fue encontrado muerto un 3 de julio de 1971. Fue en su apartamento de Le Marais, en París. Fallecía la voz de The Doors, pero nacía el mito. El recuerdo en 5 de sus grandes canciones. A 44 años de su muerte, su nombre es TT mundial.
Un 3 de julio de 1971, el cuerpo de Jim Douglas Morrison dejaba la Tierra para pasar a un limbo del que todavía se encuentra preso: la inmortal fama. Fue hallado muerto en el baño de su apartamento de París, supuestamente tras un paro cardíaco cuando estaba en su tina.
Como siempre pasaba (y pasa) en estos casos de muertes de estrellas del rock, se habló de asesinato, de suicidio y, hasta hoy, nadie sabe exactamente qué pasó.
Más allá de esto, “El Rey Lagarto”, la voz de The Doors, es uno de los artistas más trascendentales de la segunda mitad del siglo 20 y dejó un legado digno de recordar, ya que su música sigue vigente en las nuevas generaciones de bandas de rock del planeta.
“Tremendamente influenciado por la literatura de Nietzsche o Rimbaud, sus canciones respiraban los pensamientos de estas obras así como ideas esotéricas y llenas de misterio y de muerte”, publicó respecto de Morrison Muy Interesante. “Tenía una personalidad salvaje y sus composiciones junto a su particular voz y su puesta en escena, lo encumbraron como uno de los cantantes más icónicos e influyentes de la historia de la música”, agregó.
“Cada nueva generación quiere un símbolo, gente nueva, nuevos nombres: quieren divorciarse de las generaciones anteriores”. Jim Morrison.
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