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La superestrella de la música clásica Gustavo Dudamel dijo este martes que se siente profundamente conmovido por las protestas en su país y en Estados Unidos en contra o en favor del Gobierno, pero sostiene que no adoptará una postura pública ni se alineará con alguna facción política.

 

En un artículo de opinión publicado en el diario Los Angeles Times, el director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, de Venezuela, dijo que la presentación conjunta que harán ambas formaciones en la ciudad californiana podría convertirse en un escenario para las manifestaciones.

 

«No soy ingenuo (…) Es posible que los manifestantes intenten usar los conciertos para mostrar su apoyo a favor o en contra de las políticas del Gobierno en Venezuela», escribió Dudamel, de 34 años.

 

En lo que el director describió como un momento «emocionante» que subrayará el orgullo latino en su hogar de adopción, ambas orquestas se unirán para interpretar las sinfonías completas de Beethoven a partir del martes.

 

Dudamel ha sido objeto de duras críticas por parte de la oposición venezolana, que cree que debería usar su fama para denunciar los numerosos excesos que atribuyen al Gobierno de su país. Indicó que muchas personas intentan decirle qué debe pensar. «Ahora quiero hablar por mí mismo», escribió.

 

«No soy político ni activista. Aunque soy consciente de que algo tan benigno como dirigir una orquesta puede tener profundas ramificaciones políticas, no adoptaré públicamente una posición política ni me alinearé con un punto de vista o un partido en Venezuela o en Estados Unidos», agregó.

 

Dudamel aseguró que respeta y que se conmovió profundamente con las protestas pacíficas en ambos países. «Siento su pasión y escucho sus voces. Pero no estoy de acuerdo con ellos en todos los asuntos», señaló.

 

«Al mismo tiempo, tengo respeto por los líderes de Venezuela y los cargos que ocupan, aunque, de nuevo, no estoy de acuerdo con todas las decisiones que toman», añadió.

 

«A los que creen que llevo demasiado tiempo en silencio, les digo esto: no confundan mi falta de posicionamiento político con una falta de compasión o creencias», sentenció Dudamel.

 

A continuación lea el comunicado íntegro escrito por Dudamel:

 

No soy ni político ni activista. Aunque estoy consciente de que incluso algo tan benigno como conducir una orquesta puede tener profundas ramificaciones políticas, no voy a tomar públicamente una posición política ni me alinearé con un punto de vista o un partido en Venezuela o en los Estados Unidos.

 

La gente quiere saber dónde está mi corazón. Respeto profundamente la protesta pacífica. Estoy profundamente conmovido por los manifestantes aquí y en Venezuela. Siento su pasión y escucho sus voces. Pero no coincido con ellos en todos los asuntos. Al mismo tiempo, tengo respeto por los líderes de Venezuela y las instituciones que encabezan, aunque, de nuevo, no estoy de acuerdo con todas las decisiones que toman.

 

Permítanme dar un poco de perspectiva. Soy el producto de El Sistema, el programa de educación musical, financiado por el Gobierno iniciado en 1975 por mi mentor, José Antonio Abreu. Proporciona la formación de música clásica gratuita para los niños de Venezuela, mientras promueve la dignidad humana, oportunidades y el desarrollo. Es importante señalar que todos los gobiernos de Venezuela, desde 1975 han apoyado a El Sistema, y que el actual gobierno ha incrementado el alcance del programa en los últimos tres años. Ahora, más de 700.000 niños al año son parte de El Sistema, frente a los 500.000.

 

Todo lo que soy y todo lo que he logrado es resultado directo de mi participación en El Sistema y el apoyo constante del maestro Abreu. El Sistema me inculcó aquello que defiendo hoy: igualdad, equidad y oportunidad.

 

En las orquestas de El Sistema, el hijo de un líder de la oposición y de la hija de un ministro del gobierno pueden sentarse uno al lado del otro creando música hermosa. En ese momento, ellos no conocen la política. No están definidos por sus diferencias; se definen por lo que comparten: una pasión por la buena música.

 

Si me alineo con una u otra filosofía política, entonces, por extensión, pudiera politizar El Sistema. Eso puede convertir a un programa exitoso y reconocido en un saco de boxeo político y lo hacen mucho más vulnerables a los caprichos políticos. El Sistema es demasiado importante para estar sujeto al discurso político cotidiano. Debe mantenerse por encima de la refriega.

 

Para quienes creen que he permanecido en silencio demasiado tiempo, les digo: No confundan mi falta de postura política con falta de compasión o ideales.

 

Muy a menudo el mundo se divide por aquello en lo que no estamos de acuerdo. Tal vez soy un idealista, pero me imagino un mundo definido por lo que tenemos en común. Los músicos talentosos que tengo el honor de dirigir son una metáfora de lo que el talento, la unidad y la esperanza pueden lograr.

 

Mi música es mi voz y mis orquestas tocan para todas las personas del mundo que buscan un futuro mejor. Levanto la batuta por las oportunidades, la unión y la esperanza. Escuchen con atención y quizá también lo escuchen.

 

 

(Reuters / El Nacional)