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Un usuario nos hizo llegar una denuncia contra una carnicería ubicada en Maturín, estado Monagas, donde se ha puesto en práctica una nueva modalidad para arremeter contra el bolsillo de los venezolanos metiéndole de frente a la especulación y la usura.

 

Descaradamente en este comercio no se especifica en el producto el precio del kilo de pollo o carne, sino que se verifica única y exclusivamente a través del código de barra adherido a una etiqueta, y al pasarla por el sistema de caja (ver foto).

 

Es decir, el cliente en este caso no tiene el derecho a saber a qué precio está comprando el producto.

 

En el caso del pollo aún más descarado es el vendedor, que compra los pollos regulados por el Gobierno Nacional (65 bolívares el kilo), con precio adherido en la bolsa, y los revende sin especificarle al consumidor a cuánto le está poniendo el precio por kilo (270 el kilo aproximadamente).

 

El guiso está hecho, lo que hay es que ponerlo en práctica; piensan los bachaqueros, saqueadores y apátridas que pretenden hacerse ricos empobreciendo el bolsillo ajeno.

 

Por esta razón es necesario que continuemos denunciando a los especuladores de oficio; y tengamos consciencia del daño que le hacemos a la economía nacional adquiriendo productos con intermediarios bachaqueros.

 

(LaIguana.TV)