El 17 de marzo de 1997 un grupo de asistentes y ministros, sentados en el Salón Ayacucho de Miraflores, esperaban la llegada de Rafael Caldera que anunciaría la lapidación de las prestaciones  sociales de los trabajadores venezolanos. Entre ello se encontraba, el socialdemócrata Teodoro Petkoff, hoy fiel acompañante de la derecha más radical.

 

Como verán en el documento audiovisual, ese fatídico marzo, en cadena nacional Petkoff anunciaría lo siguiente: “Ahora, a partir de este momento en que se produzca la reforma legal, las prestaciones van a ser calculadas de una manera nueva”. La nueva forma, consistiría en un vil pillaje.

 

La Comisión Tripartita, la nueva manera señalada por el entonces Ministro de Haciendas: Teodoro Petkoof, era el mecanismo perfecto para modificar el sistema de prestaciones sociales, en lo referido a su modalidad de cálculo y retroactivos.

 

La tripartita conformada por Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores de Venezuela y Teodoro Petkoff en representación del Ejecutivo, refrendaron la eliminación del carácter retroactivo de las prestaciones.

 

La famosa frase acuñada por Petkoff: “estamos mal, pero vamos bien”, era el chiste agrio que sobrevivió en la población en esos años.

 

El personaje de Petkoff, tal como la frase anterior, es difícil de borrar de la memoria de los venezolano, gracias a los desmanes que cometió en el Banco Central de Venezuela y Ministerio de Hacienda.

 

Entre los actos irregulares que cometió el socialdemócrata se encuentra: la famosa emisión de bonos. Como bien se sabe un bono es un título de deuda o una obligación emitida por una empresa o por un país, para obtener dinero. Son instrumentos con vencimiento a mediano y largo plazo y rendimiento fijo. En 1997 Venezuela adquiere más de 4.4 millardos de dólares en lo que se conocería como un canje de deuda externa. La operación de este canje fue realizada por Chase Manhattan, Goldman Sachs, socios operadores de Raúl Matos Azócar y Teodoro Petkoff.

En los 60, Petkoff ordenó el secuestro de aviones y propagó la idea de matar policías: “matemos un policía por día”, diría quien además era considerado el terrorista número uno de Venezuela.

 

(LaIguana.Tv)

 

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