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El gato salvaje se acercó al hombre hace unos 9000 años porque en sus graneros había ratones, luego se dejó querer y domesticar. Producto de ello es el Felis silvestris catus denominación que engloba a mas de 100 razas diferentes (con o sin pelo, robustos, estilizados, con diferentes orejas, etc.).

 

Es una criatura a la que el ser humano siempre vio rodeada de misterio y al que por no haber podido dominar por completo, se le achacan una serie de características que la mayoría de las veces son producto del desconocimiento y la mera superstición.

 

Además de ser muy particulares en sus costumbres, los gatos tienen ciertos comportamientos y actitudes que pueden ser malinterpretados. He aquí una serie de curiosidades que quizá expliquen algunas cosas que aun no entendías de la forma de ser de los gatos.

Sonidos

 

Los gatos tienen un maullido característico, pero cada gato lo hace a su manera y no hay dos mayidos iguales. El ronroneo no siempre es de alegría, sino que a veces lo usan para tranquilizarse a sí mismos, sobretodo en momentos de gran estrés. El bufido y el silbido tienen por único fin expresar una advertencia de su estado de ánimo.

 

Olores

 

Además de poseer un olfato privilegiado, estos felinos pueden “oler con la boca”, esto quiere decir que sus papilas gustativas son tan sensibles que funcionan de forma aunada con los sensores olfativos; esa es la razón por la que si un gato huele algo que no le agrada, abra la boca con un gesto de: ¡Qué asco! Y sus narices son todas diferentes, como nuestras huellas digitales.

 

Oído

 

Los gatos poseen un aguzado sentido del oído, pero además tienen 32 músculos en las orejas que les permiten una cantidad muy amplia de movimientos, por lo que no es raro verlos aguzar el oído, orientar sus orejas y escuchar sonidos que el ser humano es incapaz de percibir (2 octavas más), como el de un ratón o una lagartija. La presencia genética del alelo w es la culpable de la sordera y el color de algunos gatos blancos.

 

Visión

 

Sus ojos les permiten ver en colores (a diferencia de los perros que solo ven en blanco y negro) y su campo de visión es de 200 º (20 mas que los seres humanos). En penumbras, su vista se agudiza, se dilatan sus pupilas y ven hasta 8 veces mejor que las personas. En cambio durante el día, ésta se torna  borrosa, por eso son más activos de noche y suelen dormir durante la mayor parte de la jornada. A veces tienen los ojos de diferente color, una característica de transmisión genética llamada heterocromía.

 

Tacto

 

Las patas de los gatos son producto de la evolución y la adaptación a su medio de vida original: la caza (un gato cazará siempre aunque no tenga hambre, porque lo lleva en los genes). Tienen almohadillas que le permiten moverse con sigilo, saltar y caer sin prácticamente hacer ruido y sus uñas son retráctiles (las saca y esconde a voluntad), pero para quien no tenga un gato, quizá sea una novedad, saber que tienen 5 dedos en las patas delanteras, pero solo 4 en las traseras.

 

Hembras

 

Si un gato tiene tres colores diferentes (o más) en el 99% de los casos será una hembra. Éstas son capaces de quedar embarazadas a partir de los 5/6 meses de edad y de varios machos la vez (poliandria). Las camadas pueden ser de 1 /7 crías (cada 4/5 meses) y son fértiles casi toda la vida, por lo que son capaces de procrear más de 100 gatitos. Tienen mejor visión que los machos y son mejores cazadoras, ya que crían a sus bebés ellas solas.

 

Machos

 

Son muy territoriales, por lo que suelen usar la orina para delimitar los espacios que consideran suyos (costumbre que pueden perder tras la castración), tienen púas en el pene que provocan una penetración dolorosa (por eso las gatas aúllan durante la cópula) y suelen ser mas dóciles que las hembras, especialmente tras la esterilización.

 

Limpieza

 

Todos los gatos son escrupulosamente limpios. Aborrecen sentirse sucios, incluso, las hembras tras el coito, no permiten a los demás machos acercarse hasta que no se han acicalado convenientemente. Después de comer, jugar, hacer sus necesidades o al despertarse de sus numerosas siestas (duermen unas 20 horas diarias) pueden pasarse largos ratos lamiéndose. Si un gato no se asea, generalmente es síntoma de que le pasa algo.

 

Juegos

 

Los gatos juegan siempre, aunque de maneras diferentes y con distintos fines. Lo hacen para entrenarse, para agudizar sus dotes de caza, para interactuar entre ellos o con sus compañeros humanos, para fortalecer vínculos afectivos y para no aburrirse. El jugar con un gato está comprobado que es una excelente terapia anti-estrés, lo mismo que acariciarlo y escuchar su tranquilizador ronroneo.

 

Libertad

 

Es un animal independiente por naturaleza, pero eso no significa que sea indiferente a las demostraciones de cariño y a la generación de un estrecho vínculo afectivo con los seres humanos. Los gatos disfrutan de las caricias y los mimos, pero necesitan sus propios espacios, en eso se parecen mucho a las personas. Un gato doméstico que se abandone, es capaz de estresarse y dejarse morir de tristeza, además de que, aunque lo intenten, pueden no ser capaces de proveerse de alimentos o de sobrevivir a las peleas con los gatos de la calle.

 

Una reflexión final

 

Tener un gato es una experiencia realmente fascinante. Son hermosos, elegantes, compañeros de juegos y de largas siestas y muy buenos a la hora de “levantar el ánimo”. Cuando un gato percibe que su compañero humano no está en su “mejor momento”, se le pegará como una lapa, hasta lograr que se sienta mejor.

 

Adoptar un gato requiere una serie de responsabilidades: vacunas, colocación de chip, alimentarle con el pienso adecuado según sus características (pelo largo, edad, etc.), esterilizarlos,  jamás extirparles las uñas (¿qué harías tú si te las quitaran?) sino cortárselas con asiduidad y por encima de todo, darle mucho cariño (nunca le pegues o juegues bruscamente con un felino) y ponerle límites claros desde el primer día y para siempre (con los gatos no valen las excepciones, un No es No en todo momento).

 

Olvídate de los mitos y las supersticiones: un gato negro no tiene la culpa de su color ni de tus problemas, la toxoplasmosis no es un peligro (muchísimo más riesgoso es comer jamón) si mientras estás embarazada no tocas sus heces y el gato es doméstico y está cuidado y no prejuzgues sus actitudes, un gato no te atacará gratuitamente jamás, algo habrás hecho para asustarlo o enojarlo.

 

Si quieres un cambio positivo en tu existencia, adopta un gato (o dos, dan el mismo trabajo); pero no lo compres, ve a las perreras o acude a las asociaciones que los rescatan y dale una oportunidad a los cientos de mininos que aguardan en una jaula o en una casa de acogida.

 

Y no te fijes en la edad, los gatitos son preciosos y muy graciosos, pero si no tienes tiempo de ocuparte de su instrucción, es más fácil la adaptación de un gato que ya está “educado”, que conoce a muchas personas y que sabe y valora lo que es tener un hogar. En cualquier caso, si amas a un gato, lo respetas, le pones límites y lo cuidas, jamás te arrepentirás de tu elección.

 

(Ecoportal.net)