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La muerte del dirigente del partido Acción Democrática (AD), Luis Manuel Díaz, en Guárico, está rodeada de la rivalidad de bandas criminales en el estado, con estrechos vínculos con partidos que integran Mesa de la Unidad Democrática.

 

Cuando Díaz murió en la noche de este miércoles, el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, en su cuenta en Twitter, responsabilizó del crimen al Partido Socialista Unido de Venezuela. Acto seguido, las portadas de diarios en Bolivia, Chile y Argentina dedicaron un cintillo para reseñar la «violencia política» en Venezuela. Y le siguió la preocupación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la víspera a las elecciones.

 

Sin embargo, la realidad no contada por varios diarios ni por los voceros de la oposición venezolana, es que Díaz fue asesinado detrás de una tarima que servía a un acto de campaña electoral a la cual solamente tenía acceso militantes de la oposición.

 

Tampoco los diarios suramericanos, la OEA, ni los adecos mencionaron que Díaz fue asesinado como parte de un enfrentamiento por el control de las actividades delictivas entre bandas criminales (la de El Malony y la de El Juvenal), tal como lo reveló este jueves Jorge indicó Rodríguez, jefe del Comando de Campaña Bolívar Chávez.

 

Rodríguez mostró pruebas de que Díaz, miembro de la banda delictiva Los Plateados, tenía nexos con mafias sindicales de construcción en Guárico, cuyo poder disputaba con el alcalde del municipio Chaguaramas, Giovanni Salazar, militante del partido opositor Primero Justicia, quien además ha sido señalado de pertenecer a una «banda de un peligroso paramilitar apodado El Juvenal», agregó Rodríguez.

 

(ÚN)