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“El mundo entero debe condenar este asesinato”, dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al referirse a la muerte del dirigente adeco Luis Manuel Díaz, que ocurrió durante un acto político en Altagracia de Orituco.

 

Santos consideró que se debe hacer justicia y que los responsables deben pagar por el crimen. “Esto que sucedió en Venezuela no tiene justificación. Hacemos votos para que Venezuela no tenga unas elecciones con violencia”.

 

Resulta curioso que medios privados internacionales, políticos, diplomáticos y hasta la Casa Blanca se han pronunciado en torno al caso de este delincuente, que formaba parte de una banda y fue ultimado como un presunto ajuste de cuentas.

 

Sin embargo, el mundo no condenó los 43 asesinatos cometidos durante las guarimbas impulsadas por el ultraderechista Leopoldo López, quien aún recibe el respaldo del gobierno de Estados Unidos.

 

Díaz era el último de los integrantes de la banda “Los Plateados”, un grupo criminal dedicado a la extorsión, al secuestro, al cobro de vacunas y al asesinato.

 

(LaIguana.TV)