Para la clase alta, los programas que ha impulsado la Revolución Bolivariana en materia de educación, salud, alimentación, vivienda, etcétera, son una mera acción política de corte derrochador, cuyo único objetivo es «sinvergüencear» a los sectores de escasos recursos que hacen vida en el país. A estos grupos les cuesta reconocer que las misiones y grandes misiones, entre muchos otros beneficios, han servido para reivindicar y para dignificar a la población más necesitada de Venezuela.

 

Para muestra un botón. Una vecina de Santa Fe (zona Este de Caracas), asegura que las canaimitas y tabletas que ha entregado el gobierno en los distintos planteles de educación pública, no deberían ser gratis sino que deberían ser pagadas por cuotas. Más que un beneficio, estas herramientas deberían ser un lujo. «Para que las personas tengan conciencia de que eso vale», dice.

 

No deje de ver las declaraciones en el video. Cualquier parecido con las políticas de gobiernos neoliberales es pura coincidencia.

 

(LaIguana.TV)

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