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Este 1 de diciembre es Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, como una forma de generar una mayor conciencia de lo que supone el VIH/SIDA y mostrar solidaridad internacional ante la pandemia. Esta fecha se conmemoró por primera vez el 1 de diciembre de 1988.

 

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), este evento brinda a todos los copartícipes, tanto públicos como privados, una de las más oportunidades más claras para dar a conocer la situación e impulsar avances en materia de prevención, tratamiento y atención a los afectados en los países con elevada prevalencia y también en el resto del mundo.

 

En la Cumbre Mundial de Ministros de Salud de ese año, dentro de los programas para la prevención del sida, se declaró a 1988 como el “Año de la Comunicación y la Cooperación sobre el Sida”. La OMS propuso que el 1 de diciembre se declarase Día Mundial del Sida. La propuesta tuvo el apoyo de la Asamblea Mundial de la Salud y de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde entonces han seguido la iniciativa gobiernos, organizaciones internacionales y caridades de todo el planeta.

 

En la actualidad 15 millones de personas tienen acceso a tratamiento contra el VIH. Las nuevas infecciones se han reducido un 35% desde el año 2000 y las muertes por causas relacionadas con el sida han bajado un 42% desde que alcanzasen el punto más alto en 2004.

 

El mundo está adoptando la estrategia de Respuesta Rápida para poner fin al SIDA. Para erradicar esta epidemia hacia el 2030 en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se necesitará acelerar la inversión, el compromiso y la innovación.

 

Este año el tema es: “Respuesta Rápida para poner fin al SIDA” y erradicar la epidemia para el 2030.

 

Según la página ONU SIDA, la estrategia de Respuesta Rápida incluye:

 

-Inversiones anticipadas.

 

-Centrarse en los lugares, poblaciones y programas que tienen mayor impacto.

 

-Catalizar la innovación para la gente que más lo necesita.

 

-Involucrar a líderes locales en respuestas específicas, sostenibles y responsables.

 

-Crear nuevas alianzas.

 

-Mantenerse firme en cuanto a los derechos humanos.

 

-Lograr resultados sin dejar a nadie atrás.

 

Esta estrategia de Respuesta Rápida cambiará las vidas de millones de personas en el mundo. Tenemos una oportunidad frágil, tan sólo cinco años para poner fin a la epidemia.

 

(Agencias / ONU)