cuadro-cua.jpg

Este domingo 10 de enero el periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel, a través de su columna semanal «Los domingos de Díaz Rangel», publicada por el diario Últimas Noticias, se dedicó a analizar la conducta irrespetuosa y despectiva mostrada por el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, hacia los cuadros y gigantografías del Libertador Simón Bolívar y del líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías.

 

«¿Estaba consciente HRA de los efectos y reacciones que generaría esa decisión suya en el chavismo, en la Fuerza Armada e incluso en la MUD?», se pregunta el periodista, calificando el retiro «premeditado» de las referidas imágenes del Palacio Federal Legislativo como un mal cálculo que generó rechazo en todos los sectores del país (incluso opositores).

 

Lea este y otros importantes tópicos a continuación en el artículo titulado «¿Qué vaina es esa…?»:

 

“…Sáquenme esa vaina de aquí” (dentro de las instalaciones de la Asamblea Nacional) les dijo Henry Ramos, presidente de la Asamblea y jefe de la oposición política, a empleados de la AN. ¿Cuál era “esa vaina”? Nada menos que los retratos de Simón Bolívar, de Hugo Chávez y del presidente Nicolás Maduro. Entre las 8 acepciones del Diccionario de Venezolanismos: “Cualquier ser u objeto”, y en el Drae, lo más parecido es “persona despreciable”.

 

De manera que esa frase y el gesto que lo acompañó, todo grabado y tolerado por él, no podía ser mas irrespetuoso, tratándose de Bolívar, cuya imagen fue reconstruida por un destacado equipo de especialistas*, de Chávez, cuyo pensamiento y acción están prendidos en el corazón de millones de venezolanos y de la mayoría de la Fanb y del Jefe de Estado de la República Bolivariana de Venezuela.

 

¿Estaba consciente HRA de los efectos y reacciones que generaría esa decisión suya en el chavismo, en la Fuerza Armada e incluso en la MUD? Quien lo conozca, estará consciente de los objetivos políticos del jefe de AD y habrá llegado a la conclusión de que fue algo premeditado, aunque no producto de una reflexión en las filas opositoras, desde donde han salido desacuerdos por su primera andanada de advertencias de cuánto harían en la AN.

 

Seguramente pensó que sumaría más radicalismos; lo que no calculó bien debió ser la magnitud de la reacción nacional, la fuerza de la respuesta de la Fanb ni los desacuerdos opositores, que hasta excusas ofrecieron. No fue difícil percibir la ola de protestas en la calle y de rechazo y condenas apenas fue divulgada su imagen cuando ordenaba quitar “esa vaina de aquí”; rechazos seguidamente estimulados y organizados por Maduro y el alcalde Jorge Rodríguez.

 

En la Fuerza Armada la reacción fue recogida por el ministro, el general Padrino López, quien habló a nombre de sus integrantes “… de irreductible vocación bolivariana y consecuentemente chavista, rechaza categóricamente cualquier acto en el cual se irrespete, se vilipendie y se mancille la memoria de tan insignes prohombres, defensores de la justicia y la igualdad, pues al hacerlo se ofende también la dignidad y las más puras tradiciones venezolanas y de la América toda”, y remató demandando “el cese inmediato de actos de esta naturaleza”.

 

Pocas veces se ha visto un tan categórico pronunciamiento militar en Venezuela, que estuvo acompañado de actos similares de “profunda indignación” en varias ciudades del interior.

 

Con las solicitudes en el seno de varias salas del Tribunal Supremo de Justicia, y en sala plena, se suman ahora estas reacciones a la manera de conducir el Poder Legislativo nacional.

 

¿Tanta gente votó demandando ese “cambio”?

 

(LaIguana.TV)