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Este viernes en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional (AN), la mayoría parlamentaria de derecha desaprobó el Decreto de Emergencia Económica propuesto el pasado viernes por el Ejecutivo nacional, luego de que la Comisión Especial para la evaluación del mismo recomendara el vedo a la Plenaria.

 

Una vez revisado y analizado el Decreto de Emergencia Económica —reza el informe— la Comisión Especial recomendó al Parlamento nacional la no aprobación de ese instrumento bajo la excusa de que los objetivos son «inconsistentes, poco claros, y en algunos casos contradictorios».

 

Sin embargo, la comisión presidida e integrada en un 70% por diputados de la oposición, se negó a discutir las medidas planteadas en el decreto con los ministros e integrantes del gabinete económico del Ejecutivo nacional, quienes asistirían el pasado jueves a una reunión —que fue cancelada—  con esta comisión.

 

La bancada opositora decidió supeditar la discusión, y la importante información que aportarían los ministros del área económica, a la presencia a empresas de comunicación nacional e internacional durante el desarrollo del encuentro.

 

La Vicepresidencia de la República, en vista de los delicados problemas de Estado que iban a discutirse, solicitó discreción pero los parlamentarios de la derecha prefirieron negarse a participar en un debate de altura con la información necesaria para tomar la decisión, si el encuentro no era presenciado por los medios de comunicación. 

 

El diputado del bloque de la patria Héctor Rodríguez, quien formó parte de la Comisión Especial, indicó que el informe final fue claramente concebido como una estrategia política, de una oposición «que insiste en convertirse en un contrapoder, con el claro objetivo de derrocar al Gobierno nacional, y no de acompañar al pueblo venezolano que hoy sufre una crisis económica».

 

En este sentido el diputado Rodríguez resaltó que la oposición venezolana demuestra con sus acciones, que su objetivo fundamental —en el uso del poder que le otorga ser mayoría en el Parlamento nacional— es generar diatriba política encaminada a un golpe de Estado parlamentario.

 

A pesar de que los diputados de la oposición prometieron en campaña electoral combatir los estragos de la guerra económica, alentada por la propia derecha y sus aliados internacionales, luego de haber ganado la mayoría parlamentaria se niegan a aprovechar las oportunidades de cooperar con el Poder Ejecutivo de la nación, como lo establece la Constitución de la República, para buscar prontas soluciones a un problema que afecta al país. 

 

En contraparte a la actitud irresponsable de los parlamentarios de derecha, representantes del sector económico e industrial, abiertamente opuestos al Gobierno Bolivariano, se han sumado a las iniciativas y llamados al trabajo conjunto realizados por el presidente de la República, Nicolás Maduro, con el fin de impulsar la economía productiva del país.

 

Empresarios venezolanos como Alberto Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa, respondieron al llamado que ha hecho el Ejecutivo de consolidar la unión de todos los actores económicos y productivos del país, con el propósito de ofrecer respuestas reales y oportunas, que garanticen la atención de las necesidades de la población venezolana. 

 

Vollmer destacó este viernes que es medular avanzar con rapidez en la toma de decisiones y estrategias para atender la coyuntura que atraviesa la economía venezolana, porque «cada minuto perdido le hace daño a la Patria».

 

El Decreto de Emergencia Económica plantea la aplicación de una serie de medidas que le darían al Ejecutivo un margen de rápida acción ante la crisis económica que atraviesa el país, producto de un descenso del 80% en los ingresos por vía del petróleo, y un sistema económico golpeado por estrategias desestabilizadoras ejecutadas por sectores financieros de la derecha nacional e internacional.

 
(AVN)