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Aumentar el precio de la gasolina ya se convirtió en una tendencia común entre los países Opep. Arabia Saudita dio el primer paso al anunciar un alza de hasta el 50% en el valor de los carburantes. Similar ejemplo le han seguido otros miembros del grupo como Qatar, Emiratos Árabes, Irán y Nigeria, naciones que han decido “minimizar” los subsidios al producto para hacerle frente a la caída estrepitosa de los precios del crudo. Venezuela aún no se suma en la lista, pero solo es cuestión de tiempo para que lo haga.

 

“Un barril por debajo de los $ 30 ya ha trastocado significativamente las finanzas públicas de buena parte de los países Opep. El principal exportador de crudo del mundo, Arabia Saudita, ya está sufriendo las consecuencias y tiene en puertas un déficit en su presupuesto de unos $ 90.000 millones. ¿Qué opción les queda? quitar los subsidios a los carburantes y apretar un poco el cinturón porque está percibiendo menos ‘petrodólares’”, explicó el analista argentino en temas energéticos, Carlos Scolat.

 

A principios del año, el gobierno de Nigeria informó que en los próximos días cerrará el grifo de las “subvenciones” a los carburantes lo que causará un alza del 40%. En Kuwait ya se retiró la “contribución”  al diesel, la gasolina, el queroseno y la electricidad. Mientras que en Argelia e Irán ya se decidió bajar bruscamente los subsidios al combustible a un máximo del 35%.

 

José Sangronis, experto del sector, opinó que por lo general “cuando se registra un precio crítico del crudo lo más común es que el carburante suba en los países productores, con excepción de Venezuela. Se aumenta por dos razones, la primera es para minimizar su consumo por los ciudadanos y esto da la oportunidad que mucho más carburante pueda comercializarse en el mercado internacional, cuyo valor es mucho supera en un 100% el del crudo sin procesar”.

 

Luego añadió: “El segundo punto favorable es que la medida también permite a los países ahorrar los miles de millones de dólares que se destinan para el subsidio. Sólo en Venezuela el Gobierno destina al año $ 15.000 millones por este concepto. Muchos consideran que subir la gasolina es una medida impopular, pero justa en momentos de contracción económica”.

 

Datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) reflejan que el año pasado —en todo el mundo—  los gobiernos destinaron entre 400.000 y 600.000 millones de dólares en subvenciones para los carburantes. El ente proyectó que la cifra podría descender este año a menos de la mitad por la inestabilidad “del mercado petrolero” y de las economías en los países productores de 
crudo.

 

En Latinoamérica, donde el litro de gasolina cuesta en promedio 0,15 dólares, algunos países ya evalúan incrementos en el litro del derivado del crudo. Colombia ajustó su valor en la primera semana del año, Brasil y Ecuador prevén ajustarlo entre 8% y 25% en el primer trimestre —de continuar la caída del crudo—, mientras que Argentina, el presidente Mauricio Macri autorizó el alza del 6% en el precio de los combustibles.

 

Venezuela tampoco se hace de la “vista gorda” con este fenómeno. El presidente de la República, Nicolás Maduro, durante la presentación de su Memoria y Cuenta el pasado 5 de enero, aseguró que su ajuste es “inminente”.

 

“Hay que hacerlo, llegó la hora de aumentar el costo de la gasolina y Venezuela tiene que entrar en el sistema del cobro de sus hidrocarburos, siempre ventajoso por ser nuestro país productor por excelencia de los hidrocarburos”, dijo en esa oportunidad. 

 

Hoy, el país que vende la gasolina más barata del mundo. Un litro apenas cuesta 0,07 bolívares, menos de 0,02 centavos de dólar. La cifra es irrisoria si se compara con la de otras naciones productoras de crudo como Noruega ($ 1,60 por litro); Rusia ($ 0,46) o Estados Unidos ($ 0,48).

 

El economista e investigador del Centro Internacional Miranda, Víctor Álvarez, recomendó que Venezuela debe transitar por la vía de sincerar la cotización de sus carburantes. “Una medida inmediata es sincerar el precio de la gasolina (…) para aliviar finanzas de Pdvsa y generar recursos para misiones. No funciona un modelo basado en ineficientes subsidios a gasolina, alimentos y medicinas que estimulan contrabando de extracción y escasez”, dijo.

 

Recientemente, el FMI pidió a las naciones que subsidian la gasolina reducir los montos y asumir una posición “realista”, pues de esta manera podrían sanear sus finanzas.

 

“Es necesario llevar los precios energéticos a su justo precio, esto puede ayudar a los gobiernos  (…) a sanear sus finanzas públicas”, recomendó. 

 

(Panorama)