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La mujer policía detenida en el grupo de cuatro implicados por el asesinato del exmagistrado del TSJ,  Rafael Rengifo Camacaro (69), fue la autora material del crimen.

 

Confesó haberle disparado “a corta distancia” y abandonar luego el cadáver en Charallave, Miranda. 

 

Karla Contreras, agente de la Policía Municipal de Charallave, confesó también “ser la cabecilla de una banda, integrada por 17 funcionarios de la misma policía, que recibían solicitud de determinados vehículos desde distintas partes del país”. 

 

La esposa de Rengifo Camacaro —hallado muerto en Charallave, en estado de descomposición, el pasado sábado 23 de enero—, la magistrada Adalgisa García de Rengifo, contó, ayer, la confesión de la mujer policía, detenida junto a los también  agentes Yorman Moreno y Manuel Barrios, reseñó una publicación digital del portal del diario Últimas Noticias.  

 

El domingo 10 de enero, los policharallave buscaban la camioneta que les habían solicitado “otros pandilleros desde el Zulia”. La avistaron en un restaurante en La Castellana, y luego emboscaron al jurista. 

 

“Cuando el exmagistrado regresaba a casa, lo siguieron de cerca. A la altura de Bello Campo —vía  autopista Francisco Fajardo—, la patrulla circuló muy cerca de la camioneta, activaron la coctelera (luces colocadas en el techo de la unidad policial), y así impidieron que el exjuez continuara su recorrido”, explicó García a los periodistas de medios capitalinos, acompañada de su abogado, Gustavo Álvarez.
 

En ese momento lo dominaron y lo bajaron del vehículo que conducía. Tras esto, Johnny José Benítez Chacón, en compañía de otro maleante, se llevaron la camioneta hacia el estado Zulia.

 

La Toyota Fortuner fue hallada cerca de Paraguaipoa por funcionarios del Cicpc Zulia. 

 

La esposa de Rengifo dijo que “solicitará la intervención de este organismo policial, porque consideran imposible que el jefe máximo del despacho, no haya detectado irregularidades de este tipo entre el personal bajo su mando”.

 

Recalcaron  que “se trata de una pandilla de ladrones uniformados que actúan por la libre sin control ni supervisión”. 

 

A los tres policharallave y a Johnny Benítez, los imputaron, ayer, ante el Tribunal 4° de Control del área metropolitana de Caracas. 

 

Los policías fueron imputados — por   los fiscales 38º nacional y auxiliar, Edgar Angulo y Richard Daal Guillén— “por la  comisión de los delitos de homicidio calificado por motivo fútiles e innobles, robo agravado de vehículo automotor, asociación para delinquir, peculado de uso y uso indebido de arma de fuego”, informó un boletín de prensa del Ministerio Público. 

 

A Benítez le imputaron la comisión  de los delitos de homicidio calificado por motivos fútiles e innobles, robo agravado de vehículo automotor y asociación para delinquir.

 

El tribunal dictó la medida privativa de libertad para los tres uniformados y el civil, quienes permanecerán recluidos en el Centro Penitenciario 26 de Julio en San Juan de Los Morros, estado Guárico.

 

El Cicpc está en la búsqueda de un quinto hampón, el que acompañó a Benítez en el viaje de 10 horas a la frontera del Zulia con Colombia. 

 

“Ahora no quiero disculpas” dijo la magistrada. Destacó la labor profesional de los detectives de la policía científica, encabezados por el comisario Douglas Rico.

 

La mujer identificó los restos del abogado y profesor universitario, por un pantalón que vestía. Lo hallaron 13 días después de su muerte, en un terreno baldío cerca de un centro comercial de Charallave, Miranda. 

 

(Panorama / Agencias)