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Emily Sears es una bella modelo australiana actualmente viviendo en Los Ángeles que se ha enfrentado al acoso virtual de una manera práctica, franca y sin miramientos. Debido a los 2.4 millones de seguidores que Sears ha recabado a través de Instagram (y a su innegable belleza), la joven ha atraído también mucha atención negativa de hombres tratando de ligársela. Cuando Sears recibe una foto de genitales, la reenvía a la novia o familiares del pervertido con mensajes como “las chicas debemos mantenernos unidas” o “lamento ser la portadora de malas noticias”.

 

La estrategia funciona lo mismo para fotos de genitales masculinos como para videos de masturbaciones no solicitados y todo tipo de acoso online: Emily busca a la pareja del susodicho y le escribe una apenada (no pun intended) nota para explicarle la situación, incluyendo capturas de pantalla de las conversaciones, imágenes o videos.

 

Junto con su amiga, la modelo Laura Lux, Emily ha llevado a cabo esta estrategia para recordarle a los acosadores online “que deben respetar a las mujeres”. Además, piensa que esto “hace responsable a la gente de algo que parece perderse en línea: estar detrás de una pantalla le da a las personas una falsa sensación de anonimato”.

 

Luego de recibir dos o tres fotos de penes al día, Emily comenzó a ponerse en contacto con las familias de los acosadores, además de postear en línea los mensajes para escarmiento de donjuanes indeseados. “He notado que desde que he publicado mis respuestas como advertencia, el número [de fotos no solicitadas] se ha reducido significativamente. Creo que mis seguidores están captando el mensaje lentamente”.

 

Aunque Emily y Laura no siempre reciben respuesta de las novias o familias de los acosadores, cuando éstos se enteran de la situación generalmente sus impulsos bajan, y les envían “disculpas de pánico”.

 

No importa si se trata de una celebridad web o de una persona común y corriente: el acoso virtual debe evidenciarse y discutirse abiertamente, y casos como el de Emily Sears y Laura Lux muestran hasta qué grado hemos perdido el respeto por la gente, especialmente por las mujeres, al suponer que sólo por mostrarse en poca ropa o en poses provocativas esperan ser bombardeadas por fotos de genitales. Ojalá que la idea se reproduzca y sean las novias las que lidien con la libido de sus novios acosadores.

 

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(pijamasurf.com)