La realidad venezolana se ha vuelto cada vez más difícil para los ciudadanos que, poco a poco, ven la calidad de vida desmejorar a manos de la crisis económica que agobia por igual todos los hogares venezolanos.
En medio del calvario, muchos son los optimistas, a pesar de que día a día la realidad golpee la voluntad del pueblo. Sin embargo, una cosa es el optimismo, un espaldarazo necesario, un aliento para mantenerse en la lucha y otra muy distinta la pacatería y la burla.
Queriendo hacer parte del primer grupo, desde Últimas Noticias, Mariano Rocha escribió el artículo “Cómo hacer colas sin amargarse la vida”, que terminó generando gran rechazo en la opinión pública, ya que muchos lo consideraron un insulto para los lectores y ciudadanos del país, agobiados por el desabastecimiento y las colas.
“Cuando nos entregamos al juicio, a la crítica, al rechazo o la queja, esas situaciones se convierten en experiencias mucho más desagradables y pesadas de lo que debería. Terminamos amargados, malhumorados y cargados de negatividad. Peor aún, les amargamos la vida a los que nos rodean o a cualquiera que se nos atraviesa”, se lee en el artículo de Rocha, invitando a callar cualquier incomodidad y aceptar la realidad tal cual es, haciendo una suerte de apología de la situación a través de un uso superficial de conceptos como juicio o crítica.
Asimismo, Rocha detalló algunas posibilidades que se ofrecen para no “amargarse la vida”: “poner en práctica el buen humor, la camaradería, la conversación amena y gratificante con el que está al lado, delante o detrás de ti, la lectura, llevar paraguas y líquidos para el sol y apagar la sed, comerse un refrigerio, la respiración consciente, meditación, oración, afirmaciones, visualización creativa y cualquier práctica o actitud que nos genere bienestar, armonía o equilibrio son las claves para sobrellevar ese tipo de situaciones sin que ellas atenten contra nuestra salud física, mental y emocional”.
¿Descaro? ¿Buenas intenciones? Juzgue usted mismo.
(LaIguana.TV)
