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La salida del presidente de la República, Nicolás Maduro, “es el principal tema de la agenda de los recién juramentados diputados opositores, hoy mayoría en la Asamblea Nacional, y de una buena parte de los opinadores de oficio que son invitados permanentes a un gran número medios de comunicación privados”, señaló la dirigente chavista, Mary Pili Hernández.

 

En su columna de opinión publicada en “Notiminuto”, Hernández indicó que en el país se habla de la salida anticonstitucional del jefe de Estado, “…como si eso fuera la cosa más normal del mundo, pero las implicaciones de que ciertos voceros de la oposición hagan eso son muchas…”, escribió.

 

De igual forma, Hernández resaltó que, “…Los recientemente investidos diputados creen que después de Dios están ellos, y que desde esa parcela de poder pueden gobernar al país y hacer, literalmente, lo que les da la gana, pasando por encima de la Constitución y de la voluntad de un pueblo…”, sentenció.

 

Destacó que en un posible escenario que Maduro presente la renuncia de su cargo, “más allá de la borrachera irresponsable que embriagaría a los opositores, el asunto sería: “ajá, ya, renunció Maduro, ¿y ahora? Para comenzar, ¿quién sería el candidato de la MUD? Solo en eso la pelea sería de cuchillo con liguita…”, afirmó Mary Pili Hernández.

 

A continuación su columna de opinión completa

 

Yo creo que el único país del mundo donde se habla por todas partes y sin cortapisas de golpe de Estado, “salidas” del Presidente del ejercicio del gobierno, o de “recortes” del período presidencial que no están establecidos por ninguna parte en la Constitución, debe ser Venezuela.

 

Por increíble que le parezca a cualquier persona de cualquier otro país democrático del mundo, ese es el principal tema de la agenda de los recién juramentados diputados opositores, hoy mayoría en la Asamblea Nacional, y de una buena parte de los opinadores de oficio que son invitados permanentes a un gran número medios de comunicación privados.

 

Insólito también es escuchar a esas mismas personas decir que en este país vivimos en un réeeeegimen, que viola los derechos humanos y principalmente la libertad de expresión. De verdad que la contradicción es tan cínica que, si no fuera por lo grave, causaría risa.

 

LAS IMPLICACIONES

 

Aquí se habla de la “salida” anticonstitucional del Presidente, como si eso fuera la cosa más normal del mundo, pero las implicaciones de que ciertos voceros de la oposición hagan eso son muchas.

 

Primero, los opositores ganaron la Asamblea, eso es cierto, pero ese es solo uno de los 5 poderes públicos nacionales del país y solamente representa una parte de los órganos institucionales, porque además de los otros 4 poderes, existen también Gobernaciones, con sus respectivas Asambleas Legislativas; Alcaldías, con sus respectivos Concejos Municipales, y un Poder Popular que cuenta con decenas de miles de Consejos Comunales y Comunas. Pero los recientemente investidos diputados no asumen eso, sino que creen que después de Dios están ellos, y que desde esa parcela de poder pueden gobernar al país y hacer, literalmente, lo que les da la gana, pasando por encima de la Constitución y de la voluntad de un pueblo.

 

Segundo, les da pánico hablar de un revocatorio, porque saben que existe una posibilidad de que lo pierdan. No quiero decir que eso necesariamente sería así, pero saben que ese es un escenario posible y que, de perderlo, no podrían volver a proponerlo por lo que resta del período presidencial.

 

EN REALIDAD NO QUIEREN QUE MADURO “SE VAYA”

 

Pero la implicación más importante es la tercera. Hablan de “salidas” al margen de la Constitución, porque, realmente, no les interesa que Maduro deje de ser Presidente. Lo que en realidad sí les interesa es que exista una situación de intranquilidad e incertidumbre tan grande, que la economía termine de colapsar, porque nadie invierte y se arriesga en un país con tantas dificultades y tanto “no se sabe que va a pasar”. Y esto, por ellos necesitan ganar tiempo para organizar el desaguisado que tienen a lo interno de eso que llaman la “Unidad”, que es la cosa menos unida del mundo.

 

Solo por hacer un ejercicio mental, supongamos que el Presidente Maduro, en unos minutos, convoca una cadena nacional y anuncia que mañana irá a la Asamblea Nacional a presentar la renuncia irrevocable de su cargo. Más allá de la borrachera irresponsable que embriagaría a los opositores, el asunto sería: “ajá, ya, renunció Maduro, ¿y ahora?”.

 

Para comenzar, ¿quién sería el candidato de la MUD? Solo en eso la pelea sería de cuchillo con liguita. Y suponiendo que logran ponerse de acuerdo para elegir un solo candidato e, inclusive, suponiendo que ese único candidato (si es que se lanzara uno solo) pudiera ganarle al que proponga el Chavismo, ¿Cómo van a gobernar? ¿Cuántas facturas tienen que pagar asignando ministerios, institutos autónomos y empresas del Estado a sus principales financistas? ¿Cómo se van a poner de acuerdo en la más mínima decisión, si la mentada “Unidad” no es sino una suma de grupúsculos, que se detestan unos con otros y que menos se tienen confianza entre sí?

 

Lo que terminaría sucediendo es que no podrían gobernar al país. Y entiéndase bien: no es que lo harían mejor o peor que Maduro, ojo. No es eso lo que estoy diciendo. Repito, lo que digo es que NO PODRÍAN GOBERNAR, porque quien tuviera el terrible rol de ser presidente, no lo sería de verdad. Llegaría a lo sumo a marioneta, de esas que tienen la risa pintada, bien vestido para salir en televisión y en ciertas revistas de la alta sociedad, pero no podría gobernar. Lo que sucedería es que, detrás de las cámaras, habría un montón de grupitos cantándole a Venezuela “tú eres mi cachorrita mamá, yo soy tu perro y voy a morderte…”

 

(LaIguana.TV)