El 27 de febrero de 1989, Caracas, sus alrededores y otros estados de Venezuela fueron escenario de fuertes protestas que se tornaron en disturbios. Las fuerzas de seguridad y el Ejército salieron a las calles para reprimir las protestas dejando hasta le fecha un número indeterminado de muertos, heridos y desaparecidos.

 

Las protestas fueron producto de la paupérrima situación económica del país y la aguda escasez de alimentos debido a las medidas económicas neoliberales que el gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez y su antecesor Jaime Lusinchi habían puesto en marcha, a lo que se sumaron los continuos escándalos de corrupción, asesinato de estudiantes y la brutal represión ante cualquier protesta.

 

A estos eventos se les conoce como el Caracazo o el Sacudón, también son considerados como la primera gran protesta contra el neoliberalismo.

 

¿Cómo era la Venezuela en la década de 1980? ¿Qué fue lo que llevó a dos gobiernos a tomar medidas económicas y políticas que desencadenaran el malestar desmedido de los ciudadanos?

 

Adiós al boom petrolero

 

A mediados de la década de 1970 la economía venezolana gozaba de la bonanza que el alto precio del barril de petróleo le daba. En 1970 un barril costaba 2.2 dólares, para 1979 el barril había llegado a 40.50 dólares pero, para 1983 el precio se había reducido a 26 dólares.

 

El 18 de febrero de 1983, conocido como el Viernes Negro venezolano, se suspendió la libre compra y venta de divisas y el bolívar se devaluó pasando de 4.30 a 7.50. Desde esa fecha la especulación cambiaria y el acaparamiento se volvieron constantes que a 33 años persisten.

 

En 1983 la fuga de capital alcanzó los 8 mil millones de dólares. Entre 1983 y 1989 el bolívar se devaluó 13,000% con respecto al dólar.

 

Para 1989 la deuda externa era de más de 30 mil millones de dólares y la inflación se ubicó en 80%.

 

Corrupción y represión

 

En la década de 1980, Venezuela se vio rodeada de escándalos producto de la corrupción y el abuso de poder.

 

Los controles cambiarios y de precios que los gobiernos de Lusinchi y su antecesor Luis Herrera (1979-1984) impusieron, resultaron en la especulación y desvío de dinero público por parte de funcionarios de gobierno, así como el establecimiento de mercados negros de divisas y bienes.

 

Durante la administración de Lusinchi la destitución y nombramiento de funcionarios públicos eran influenciados por su secretaria privada; los contratos públicos y los ascensos de los generales de la Fuerza Armada eran condicionados.

 

Las reservas del Banco Central de Venezuela pasaron de 10,251 millones de dólares en diciembre de 1985 a tan solo 3,092 millones de dólares en 1988.

 

Durante la administración de Lusinchi también hubo escenarios de fuertes represiones policiales y mascares, entre éstas la Masacre de Yumare en 1986 y la Masacre de El Amparo en 1988 en las que civiles desarmados fueron brutalmente asesinados por miembros de la Fuerza Armada.

 

Sin embargo y a pesar de este escenario Jaime Lusinchi terminó su gestión en febrero de 1989 con un alto índice de popularidad y nombrado senador vitalicio de 1989 a 1993, año en el que la Corte Suprema de Justicia le abre un proceso por corrupción.

 

Según las encuesta de opinión de Mercanálisis, el índice de popularidad del gobierno en 1989 era de .43, mientras que en 1986 había sido de .48, en 1987 de .50 y en 1988 de .60. En 1990 el índice de popularidad del gobierno cayó a .35.

 

Escasez

 

La situación económica y política por la que atravesaba Venezuela creo desconfianza en los inversionistas, lo que sumado al hecho de que la economía venezolana importaba la mayoría de los bienes y producía muy poco, fue generando una escasez gradual de todo tipo de bienes.

 

El entonces presidente Carlos Andrés Pérez, sucesor de Jaime Lusinchi, estableció control de precios a 18 productos de la cesta básica, que eran los que escaseaban.

 

Según cifras oficiales en 1989 el 47.5% de la población se encontraba en pobreza crítica, es decir, debajo de los niveles de subsistencia.

 

La escasez llegó a puntos tan alarmantes que obligó sectores de la población a consumir alimento para mascotas, como varios titulares de la prensa escrita registraron.

 

El plan del FMI

 

Cuando Pérez asume la presidencia el 2 de febrero de 1989, presenta un “Paquete Económico”, también conocido como “Paquetazo”, encaminado a cambiar la situación económica del país con una economía de mercado. Este plan consistía en ajustes macroeconómicos sugeridos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para áreas como la política cambiaria, la deuda externa, el comercio exterior, el sistema financiero, la política fiscal, los servicios públicos y la política social.

 

El plan incluía, entre otros:

 

-Supervisión del FMI por tres años para obtener 4.5 mil millones de dólares

 

-Liberar tasas de intereses activas y pasivas con un tope de 30%.

 

-Incremento de los servicios públicos: teléfono, agua, electricidad y gas doméstico.

 

-Aumento anual y por tres años de los precios de productos derivados del petróleo.

 

(teleSUR)

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