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En el año 46 antes de Cristo el emperador romano Julio César consultó a un grupo de astrónomos egipcios y ello dio resultado al calendario con el que se regiría la mayor parte del mundo por más de un milenio. Así nació el año bisiesto, pero si no existiese, actualmente estaríamos en julio de 2017.

 

Esto tiene que ver con el año solar. Los astrónomos egipcios de entonces pudieron detectar algo que los romanos no: un año del calendario se retrasa un poco en comparación con el año solar, lo que quiere decir que un año en realidad no está compuesto por 365 días exactos, sino por 365.2422 días. Para no volvernos locos el César y su equipo determinaron que la mejor forma de medir el año era añadir un día adicional al calendario cada cuatro años.

 
El problema es que esto tampoco resulta en una medida exacta. El año no está compuesto por 325.25 días sino por 365.2422 días, lo que significa que no se pueden unir cuatro cuartas partes durante cuatro años para formar un nuevo día. Hay una diferencia de 11 minutos y 40 segundos cada año, lo que suponía añadir un día más al calendario cada 125 años.

 

El calendario romano duró así hasta mediados del siglo XVI, época en la que el Papa Gregorio XIII de la Iglesia Católica decidió modificarlo de nuevo con el propósito de que fuera más sencillo determinar exactamente cuándo eran las pascuas, y así nació el calendario gregoriano que hoy en día utilizamos en la mayor parte del mundo.

 

Desde Los Angeles Times se han dedicado a calcular, sin embargo, en qué día exacto estaríamos si nunca hubiesen existido, o más bien planteado, los años bisiestos. La fecha exacta al momento de escribir estas líneas es el 11 de julio del año 2017, siempre y cuando tomemos en cuenta como punto de inicio para contar el momento en el que Julio César creó el calendario romano, hace exactamente 2062 años.

 

Hoy en día el mundo ya no se rige por el año solar para calcular la duración exacta del año de calendario. No, actualmente el punto de referencia más exacto es el reloj atómico, y es mucho más preciso que el formato gregoriano.

 

(gizmodo.com)