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Luis Rubilar y Itciai Catepillán Rubilar, padre e hijo mayor respectivamente de la ciudadana chilena venezolana, Gisella Rubilar, asesinada de un balazo en el estado Mérida, cuando pretendía remover los escombros de una guarimba en plena vía pública, dirigieron una carta a los parlamentarios venezolanos William Dávila y Luis Florido, quienes se encuentran en Chile, en busca de apoyo por la libertad de los que denominan “presos políticos”, entre ellos Leopoldo López, quien hizo el llamado al plan «La Salida» que dio inicio a las protestas callejeras violentas.

 

A continuación el texto de la carta:

 

Sres. Diputados de la República Bolivariana de Venezuela Wilian Dávila y Luis Florido

Quienes suscribimos esta carta, padre e hijos de Gisella Rubilar Figueroa, acudimos a ustedes reclamando justicia, a pocas horas de cumplirse dos años de su vil asesinato.

Gisella (nuestra hija y madre), demostraba con el ejemplo ser una mujer latinoamericana, confrontando las Guarimbas que pretendían incendiar Venezuela en el marco del Plan Desestabilizador y Golpista denominado “La Salida” convocado por Leopoldo López y otros líderes mediáticos de la derecha venezolana como Antonio Ledezma y María Corina Machado. El fascismo inspirado en Leopoldo López cegó la vida de nuestra amada hija y madre, Gisella, una de las 43 víctimas fatales que dejaron las Guarimbas y La Salida de López y compañía.

 

Hace dos años que el principal autor intelectual de aquel perverso mecanismo golpista se encuentra preso y efectivamente sentenciado el pasado año al comprobarse su autoría delictual en estos hechos, hace algunas semanas recibimos también con júbilo la noticia de que el presunto asesino material de nuestra Gisella, el militante de Voluntad Popular (partido de López), Steven Ricardo García Sanz, fue detenido por las autoridades policiales venezolanas.

 

Sres. diputados, nuestra Gisella, chilena de nacimiento pero merideña, venezolana y latinoamericana de corazón murió defendiendo la Patria legada por El Libertador Simón Bolívar y el Comandante- Presidente Hugo Chávez Frías. Ella merece justicia de parte del Estado venezolano, es por ello que les solicitamos ejercer sus potestades políticas y no se permita que el asesinato de 43 personas, entre las que se encuentra Gisella, así como también las más de 800 personas que resultaron heridas en estos hechos violentos promovidos por el fascismo venezolano (con apoyo y financiamiento externo) quede impune.

 

Respetuosa pero firmemente pedimos no permitan ni apoyen ustedes la impunidad y la violación de los DDHH de los afectados que la derecha quiere imponer auto perdonándose con una espuria Ley que dejaría libre a los asesinos material e intelectual de nuestra hija y madre Gisella, así como de tantos otros venezolanos y venezolanas que murieron o resultaron heridos por la sed de poder de fascistas como Leopoldo López, Antonio Ledezma y Steven García Sanz.

 

Atentamente, Luis Rubilar Itciai Catepillán Rubilar Padre de Gisella Rubilar Hijo Mayor de Gisella Rubilar.

 

Contexto:

 

No es la primera vez que los familiares de Rubilar escriben cartas en su nación solicitando justicia y en conocimiento de que la causa de la muerte fue la valentía de esta mujer de 47 años, que días antes de ser asesinada, había publicado en su cuenta Twitter: “Para qué vivir si no es para amar y luchar por la libertad”.

Giselle Rubilar era partidaria del movimiento estudiantil, la lucha del pueblo mapuche y la causa feminista y además era una activa tuitera y antes de morir, ya había denunciado en la red social: “En el hospital del seguro social (a dos cuadras de mi casa) los guarimberos (los que levantan las barricadas) se han dedicado a asediar a los médicos, personal del hospital, familiares de los pacientes, a cualquier persona que entre o salga de ahí, así como la entrada de medicamentos y alimentos, a tal punto que han tenido que trasladar gran parte de los pacientes hospitalizados a otro lugar. Estas son algunas de las acciones que nos muestran el grado de locura y violencia de estos grupos fascistas, que se hacen llamar estudiantes, de lo cual ya está confirmado que de todos los detenidos hasta ahora solo un treinta por ciento son estudiantes”.

Para el año de su muerte, 2014, estaba cursando una maestría en educación en la Universidad de Los Andes de Mérida, donde vivía desde el año 2006, junto a sus hijos (tres varones y una hembra). Ese fatídico sábado, pasadas las nueve de la noche limpió, junto a un grupo de vecinos, los escombros dejados por las barricadas que algunos guarimberos habían encendido durante el día en la intersección de las calles Los Próceres con Lomas de los Vientos. Pero cuando despejó la calle, decidieron quedarse vigilando para evitar que rebrotara la protesta cuando fueron emboscados por un grupo de encapuchados que arremetieron disparando con armas de fuego y lanzando objetos contundentes en el intento de asaltar las residencias.

 

Giselle vivió gran parte de su infancia en Venezuela; regresó a Chile por doce años pero luego volvió a Venezuela. Sus padres se vieron obligados al exilio después del golpe de Estado de 1973; su papá, el escritor Luis Rubilar, profesor del Núcleo Rafael Rangel de Trujillo, en la misma universidad, al igual que su madre, María Figueroa, psicólogo y Doctor en Estudios Americanos por la Universidad de Santiago de Chile y profesora de pedagogía, publicó la «Psicobiografía de Pablo Neruda», editada por la Universidad de Santiago de Chile, Facultad de Humanidades/Instituto de Estudios Avanzados, 2003; fue colaboradora de la revista “Araucaria”.

 

 

(LaIguana.TV/ÚN)