cuadro-si.jpg

El Gobierno de Cuba ha decidido eliminar el gravamen del 10% que aplica al dólar estadounidense, una medida que se hará efectiva cuando la isla compruebe con la banca internacional que puede usar esa moneda en sus transacciones.

 

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, anunció esta medida en conferencia de prensa, donde valoró como «positivas» y en la «dirección correcta» las nuevas regulaciones aprobadas por el Gobierno de Estados Unidos para flexibilizar el embargo, cuyo levantamiento definitivo volvió a reclamar.

 

Rodríguez admitió que la autorización a Cuba del uso del dólar en sus transacciones internacionales «atañe a un aspecto importante y significativo» del bloqueo pero indicó que para que esa medida sea viable requerirá declaraciones políticas de alto nivel del Gobierno de Estados Unidos, documentos jurídicos y aclaraciones legales que «den seguridad» a bancos extranjeros y norteamericanos.

 

«Los bancos tendrán que entender si esta medida significa que cesa la persecución financiera contra Cuba», advirtió el ministro cubano de Exteriores, quien recordó las multas de EE.UU. a bancos de terceros países por relacionarse con la isla de manera legítima suman más de 14.000 millones de dólares, al tiempo que reclamó que se reviertan los «efectos intimidatorios acumulados en décadas».

 

«En los próximos días intentaremos realizar transferencias en dólares estadounidenses con entidades bancarias de terceros países y de EEUU. para verificar si pueden realizarse y si esos bancos pueden hacerlo sin temor a injustas e intimidatorias sanciones», señaló.

 

Solo después de comprobar con la banca internacional la posibilidad de usar el dólar en transacciones y verificar que se hacen con normalidad, Cuba hará efectiva la decisión de eliminar el gravamen del 10 %, que se aplica desde 2004 como medida «de legítima defensa frente al fortalecimiento insólito de la persecución financiera» de EE.UU. contra la isla.

 

El ministro explicó que la medida anunciada por EE.UU. respecto al uso del dólar «no significa lamentablemente en modo alguno que se hayan normalizado» las relaciones bancarias entre ambos países ya que EE.UU. no permite «ni permitirá en el futuro» que los bancos cubanos tengan cuentas de corresponsalía en bancos estadounidenses, «requisito indispensable para relaciones financieras normales».

 

Sobre las nuevas regulaciones que flexibilizan más los viajes de los estadounidenses a Cuba, el canciller insistió en recordar que EE.UU. no permite a sus ciudadanos hacer turismo en Cuba, una prohibición que calificó de «insana e injustificada».

 

«Únicamente Cuba es un destino prohibido a los ciudadanos estadounidenses», recordó Rodríguez quien dijo que EE.UU. sigue obligando a los norteamericanos que viajan a Cuba dentro de las categorías permitidas un registro de gastos y actividades en la isla.

 

«Se les exige, de manera insólita, que dediquen su visita, no a disfrutar el contacto abierto con los cubanos o las maravillas de Cuba, sino a promover la independencia de los cubanos», añadió el ministro quien en tono irónico se preguntó qué pasa con las libertades civiles de los estadounidenses.

 

(EFE)