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Tiene 19 años pero en su relativa corta vida ya ha tenido cerca la muerte en tres ocasiones. Mason Wells goza, sin lugar a dudas, del favor de Dios puesto que ya sobrevivió a los atentados de Boston en el 2013, los de París el año pasado y ahora en Bélgica.

 

El 15 de abril del 2013, Wells presenciaba la concurrida maratón de Boston, estaba a una cuadra de la línea de meta cuando unas bombas caseras estallaron y resultó herido. Similar situación vivió en París en noviembre del año pasado.

 

Ahora en Bruselas, el joven misionero mormón se encontraba en el aeropuerto de Bruselas al momento del atentado terrorista que dejó al menos 14 muertos. Sufrió una lesión en el tendón de Aquiles y algunas quemaduras en el rostro y manos, sin embargo se espera su pronta recuperación.

 

El padre de Mason, Chad Wells, confirmó que es la tercera vez que su hijo sufre por un atentado terrorista.

 

«Vivimos en un mundo peligroso y no todo el mundo es amable y amoroso, afirmó Chad, cita el periódico inglés Dayli Mail.

 

Mason se encuentra en un hospital belga y se espera que se recupere completamente, dijo su padre. «Estaba en ‘zona cero’ de la zona de la explosión, cuando las bombas estallaron», relató.

Iban tres misioneros

 

Mason viajaba con otros dos misioneros los cuales resultaron heridos de gravedad en los atentados de Bruselas, que han dejado al menos 34 muertos y 200 heridos. La información fue confirmada por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con sede en Salt Lake City  (Utah, EE.UU.).

 

Los tres mormones heridos, que sirven en la misión de Francia y tienen su residencia habitual en París, se encontraban en el aeropuerto de Bruselas cuando se produjo uno de los atentados. 

 

El otro ataque tuvo lugar en la estación de metro de Maalbeek, en el centro de la capital europea.

 

Los otros dos heridos fueron identificados como Richard Norby, de 66 años, Joseph Empey, de 20.

 

Los tres misioneros acompañaban al aeropuerto a la Hermana Fanny Rachel Clain, de 20 años y de origen francés, que ha servido en la misión de Francia a la espera de una visa permanente en Estados Unidos y que tomaba un avión hacia Ohio  (EE.UU.).

 

La hermana Fanny Rachel Clain se encuentra a salvo, ya que en el momento de las explosiones ya había pasado el control de seguridad. 

 

El presidente de la misión en París, Frederic J. Babin, ha pedido a los demás misioneros en Bélgica que se queden en sus casas y ha enviado sus condolencias a las familias de todos los fallecidos y heridos, a quienes ha dicho que dedicará sus plegarias.

 

Por aparte, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, indicó que “varios ciudadanos estadounidenses resultaron heridos”, pero aseguró no tener “una cifra precisa”  que aportar.

 

“El trabajo de localizar a los ciudadanos estadounidenses en Bruselas, incluido el personal del Gobierno, continúa. Cuando tengamos más información, la proporcionaremos”, indicó Kirby en su rueda de prensa diaria.

 

Fachada de uno de los sectores del aeropuerto de Bruselas, donde ocurrió uno de los atentados.

 

Por ahora, según dijo Kirby, no hay indicios de que ningún estadounidense muriera en los ataques, y aconsejó a los ciudadanos de su país en Bruselas “mantenerse refugiados donde estén”, además de seguir los consejos de las autoridades y los informes de los medios de comunicación sobre la situación en la ciudad. 

 

El Mando Europeo de EE.UU.  (EUCOM) , dependiente del Pentágono, sí confirmó en un comunicado que un militar norteamericano y su familia resultaron heridos, aunque no detalló de cuántas personas se trata, su identidad o la gravedad de sus lesiones.

 

(prensalibre.com)

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