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La ley que fue anunciada como una “regulación” del uso de la fuerza policial en contextos de manifestaciones para el estado de México anuncia una escalada represiva. Así lo entendió una de las referentes de San Salvador Atenco, Doña Trini, cuya familia estuvo encarcelada, perseguida y criminalizada tras la feroz represión desatada en el año 2006, en contra el movimiento que venía gestándose entonces, y que aún vive:

 

“En Atenco tenemos una lucha histórica, ya vamos a cumplir 15 años. La llamo así porque desde el momento en que nos hablaron del decreto expropiatorio y desde que logramos tirar ese decreto, seguimos luchando. Ya vivimos una represión y aún así sigue habiendo lucha, sigue habiendo resistencia. Estamos convencidos de seguir sembrando y defendiendo neutra tierra, nuestras raices, nuestras costumbres. El gobierno no halla cómo quitar esta resistencia a la que llama minima, porque busca minimizarla. Como no halla como diluirla, entonces va a una ley. Pero no es sólo por Atenco, hay otros proyectos en el Estado de México que vienen conjuntamente con el proyecto del aeropuerto. Entonces, hay más resistencias, hay más afectaciones en otros lugares. Es por eso que, si el gobierno no puede conducirse con la verdad y no puede aceptar que no queremos esos megaproyectos que no benefician a ninguna de las comunidades, a los pueblos donde pretenden arrebatar esas tierras, entonces tiene que recurrir a otra cosa, que es la represión. A preparar el camino para la represión.”

 
 
Además de permitir a la policía el uso de armas de fuego contra la población desarmada, habilita el uso de dispositivos que dan descargas eléctricas, inmovilizadores o candados de mano, así como sustancias irritantes en aerosol, (que hasta ahora se encontraban en un limbo?) A la vez que deja en manos de la propia fuerza cuáles momentos habilitan a este régimen “de escepción”, cuyos mandos castrenses son los últimos responsables de la violencia desplegada, dejando en la comodidad de las sombras a cualquier representante del poder político.

 

“Deducimos que esta ley no hace otra cosa que preparar el camino para reprimir a lo que llaman de “opositores al desarrollo”. Nosotros no nos oponemos al desarrollo, nosotros queremos el progreso, pero no a base del arrebato de nuestras tierras, no a base de los engaños que están haciendo, del cinismo que están manejando en Atenco. Para todo están repartiendo dinero. ¿Para eso están ocupando el dinero que precisa la salud, la educación, para empleo? Lo están utilizando para comprar a la gente, para manipular a la gente. Hay una descomposición en muchos lugares, en Atenco la hay porque la gente no ha aceptado ese dinero, que no nos resuelve la vida.”

 

(desinformemonos.org)