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Desde 1909, en la Conferencia Naval de Londres, quedó definido como principio del derecho internacional que el “bloqueo es un acto de guerra”. El bloqueo impide que Cuba, por diferentes vías, desarrolle vínculos económicos, comerciales y financieros con terceros, con el fin de rendir al país por la fuerza o por el hambre.

 

Desde hace 55 años el Gobierno de Estados Unidos implantó un bloqueo financiero, económico y comercial a Cuba con el fin de someter intencionalmente al pueblo a condiciones de existencia que le pueden acarrear daños físicos, totales o parciales, para debilitar su decisión de luchar y vencer y llevarlo a claudicar de su decisión de ser soberano e independiente.

 

Este septiembre, durante la presentación del informe 2014 que contiene el impacto económico en Cuba por el bloqueo de Estados Unidos, el vicecanciller de este país caribeño, Abelardo Moreno, señaló la gravedad de la situación que no sólo se ha mantenido por 55 años, sino que se ha tornado mas férrea e insostenible.

 

¿Qué pasaría si el bloqueo se levanta?

 

Este miércoles, tras la liberación del subcontratista estadounisense Alan Gross, las relaciones entre Estados Unidos (EE.UU.) y Cuba entraron a una fase de expectativa.

 

Luego de que medios confirmaran que ambas naciones acordaron la liberación de retenidos se empezó a dilucidarse el levantamiento del bloqueo.

 

El bloqueo ha tenido un impacto que no solo llega al caracter extraterritorial, sino también en áreas sociales como la salud, la educación, la cultura, la ciencia y el deporte.

 

En caso de que esta medida se levante, los primeros cambios serían:

 

1.-Cuba ya no tendría la prohibición de acceder al mercado de Estados Unidos, tanto para adquirir mercancías, como para comercializar productos tradicionales de exportación como el azúcar, el ron, el tabaco y el níquel.

 

2.-La isla caribeña ya no tendría la imposibilidad de exportar servicios, algo que existe actualmente debido a las numerosas restricciones que impone el bloqueo, entre ellas las referidas a los viajes de los ciudadanos estadounidenses a Cuba, las comunicaciones y la transportación aérea y marítima.  

 

3.-El pueblo de la mayor de las antillas podría acceder a la tecnología de puntaque poseen empresas estadounidenses.

 

4.-Cuba podría tener un mayor nivel de inversión extranjera, ya que se suprimiría la aplicación de sanciones y presiones a empresas extranjeras por parte del gobierno de Estados Unidos.

 

5.-El país caribeño ya no tendría necesidad de comprar alimentos ni medicinas en mercados lejanos, y habría un significativo descenso en los precios de seguros y fletes que se han incrementado a raíz del bloqueo.

 

Un poco de historia…

 

El 7 de febrero de 1962, el entonces Presidente de los Estados Unidos, J. F. Kennedy, mediante la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera, de septiembre de 1961, declaró el bloqueo total contra Cuba.

 

Los antecedentes de esta legislación se remontan al año 1959, cuando Estados Unidos empieza a aplicar políticas de bloqueo contra Cuba, dirigidas esencialmente a socavar puntos vitales de la defensa y la economía de la isla.

 

El 1 de enero de 1959, las luchas revolucionarias en Cuba contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista culminaron victoriosamente y llegó al poder el movimiento revolucionario liderado por Fidel Castro.

 

Las medidas adoptadas por el Gobierno Revolucionario destinadas a recuperar las riquezas del país y a ponerlas al servicio del pueblo afectaron los intereses de los grandes monopolios norteamericanos que durante más de medio siglo habían saqueado los recursos de la isla e influido en su política interna.

 

Desde 1909, en la Conferencia Naval de Londres, quedó definido como principio del derecho internacional que el “bloqueo es un acto de guerra”. La política de bloqueo califica como “crimen internacional de genocidio”, conforme a lo definido en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948.

 

(TeleSUR)