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“Jesús debía dinero porque apostaba en juegos y estaba arruinado; tal vez planeó el terrible asesinato de María Liz para así cobrar el seguro de vida y saldar sus deudas. Solo una mente tan diabólica pudo haber hecho algo así”, afirmó a PANORAMA, desde Paraguay, Ana Cristaldo, hermana de la turista asesinada por orden de su esposo, el pasado lunes en el barrio La Lechuga, de Maracaibo.

“Fue un actor y de los mejores. Nos engañó por completo, hizo creer que amaba a mi hermana, pero en realidad solo la veía como su máquina de hacer dinero y la solución a su vicio. Le bajó el mundo a sus pies, pero fue solo para ganar su confianza”, expresó con impotencia.

María Liz Cristaldo López, de 35 años, conoció a Jesús González Quinta, en agosto de 2013. Fue en un viaje de vacaciones que hizo junto a sus jefes a Galicia cuando vio por primera vez al que sería su esposo y asesino.

Después de un año y medio de noviazgo se casaron y se mudaron a Madrid. “Mi hermana me decía que Jesús la apuraba por el matrimonio…. ella no entendía el por qué de tanta premura. Nosotros desconfiamos un poco, sin embargo la apoyamos en la decisión que ella tomara”.

En la primera vez que la pareja visitó Caracas, en mayo de este año, celebraron el cumpleaños de María Liz. Jesús la llevó engañada al decirle que “iban a montar un negocio en la capital venezolana”.

“Él le decía a mi hermana que vendería la línea de taxi que tenía en España para invertir en Venezuela en una casa y un negocio que montarían juntos cuando se establecieran en el país. Le comentaba que la vida en Caracas era más económica que en Madrid”.

“A la final todo fue un engaño para llevarla a la capital venezolana para que el asesino la viera y comenzar a planificar el crimen”, lamentó Lucy Cristaldo, otra de las hermanas.

“Según Jesús, si se mudaban a Venezuela ella podría descansar del trabajo pesado que hacía en España. Ella… pudo encontrar su descanso, pero de una manera tan trágica y terrible”, dijo Ana, embargada por la tristeza.

El español hizo creer a la policía científica que él y su esposa fueron víctimas de un “taxi atracador” que los sometió para robarlos y después asesinaron a María Liz. La mentira fue desmontada y se comprobó que González le pagó a un sicario dos mil euros en efectivo para perpetrar el crimen.

“Toda la familia está destrozada. Damos vueltas y vueltas en mi casa y cada rincón nos recuerda a María Liz. Sus dos hijos adolescentes no salen del cuarto llorando todo el día, mi mamá no puede verlos a los ojos porque les recuerda a ella. No entendemos, ni jamás comprenderemos la razón de tanto odio hacía ella”, señaló.

El Cicpc-Zulia ha capturado a seis hombres y dos mujeres por el caso; entre ellos al amigo de Jesús González, llamado Miguel Devergel, encargado de contactar al sicario, cuya hermana, Eritza Fabiola Machado, es su novia y también está detenida.

Los detectives buscan en Caracas al autor material del homicidio. Aún no se determina si González será juzgado en Venezuela o España.

 

(Panorama)