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Durante una cita histórica y con la prensa extranjera como testigo, el líder Kim Jong-un lanzó ayer un mensaje de conciliación a la comunidad internacional al asegurar que Corea del Norte no usará sus armas nucleares si no es atacada previamente.

 

Kim aprovechó además el VII Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC) para presentar un plan económico de cinco años que apuesta por la reforma energética.

 

La palabras apaciguadoras de Kim pronunciadas en el Casa de la Cultura 25 de abril de la capital norcoreana llegan después de una larga etapa de tensión. En enero, Pyongyang llevó a cabo su cuarta prueba nuclear y un mes después el lanzamiento de un cohete espacial considerado un ensayo de misiles, acciones que llevaron al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar duras sanciones contra el régimen.

 

Aunque durante el importante cónclave político Kim ha reafirmado su política de desarrollo de armas nucleares adoptada en 2013, también aseguró que Norcorea “cumplirá fielmente con sus obligaciones para la no proliferación y luchará por la desnuclearización global”.

 

El plan económico 2016 – 2020 prevé incrementar la producción en la agricultura y la industria ligera, la construcción de más centrales hidroeléctricas y ampliar el uso de las energías renovables.

 

Seúl rechaza llamado a diálogo

 

Corea del Sur rechazó ayer la propuesta de Corea del Norte de establecer un diálogo entre ambos países, al estimar que es una estratagema propagandística carente de sinceridad, y pidió al régimen de Pyongyang que abandone su programa nuclear. El líder norcoreano Kim Jong-un propuso mantener conversaciones militares entre las dos Coreas en un intento de aliviar la tensión regional durante el VII Congreso del Partido de los Trabajadores.

(ÚN)