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Los investigadores de la Universidad de Yale, en EE.UU., han revolucionado la famosa paradoja del gato de Schrodinger demostrando que el felino cuántico puede estar a la vez vivo y muerto y encontrarse en dos lugares al mismo tiempo, informa el estudio publicado en la revista ‘Science’.

El gato de Schrodinger es un experimento mental creado por el físico teórico austriaco Erwin Schrodinger, uno de los fundadores de la mecánica cuántica. De acuerdo con el experimento, un gato se encuentra en una caja cerrada con una fuente radioactiva y un frasco de veneno. Si un contador Geiger detecta radicación, un mecanismo rompe el frasco de veneno y el gato muere. Si no, el gatito sigue viviendo. Según los principios de la física cuántica, hasta que alguien no mira qué pasa en el interior de la caja, el gato está en una superposición, es decir, está vivo y muerto a la vez.

 

Mientras tanto, en el nuevo experimento, los investigadores tomaron dos recipientes separados y utilizaron ondas de luz de tal manera que solo una longitud de onda podía existir en el recipiente en un momento determinado, proporcionando de este modo dos espacios separados de idénticas características. Los espacios, por su parte, estaban conectados por un corriente superconductor y en su interior se colocaron fotones. Como resultado, los investigadores fueron capaces de proporcionar a los fotones dos estados (como los del gato, vivo y muerto) y observar el mismo estado de fotones en el otro recipiente.

 

De acuerdo con los científicos, los resultados del estudio pueden ser utilizados para desarrollar ordenadores cuánticos. «El objetivo de nuestra plataforma es investigar y arrojar luz sobre la naturaleza del entrelazamiento, aplicándolo potencialmente a la computación cuántica y a la comunicación a larga distancia», declara a Sinc Yvonne Gao, coautora del trabajo.

 

(RT)