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El presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, tiene el 84,7 por ciento de sus bienes en el exterior. Son 65,8 millones de pesos de los 77,7 millones que declaró ante la Oficina Anticorrupción. Los datos corresponden a la situación patrimonial que tenía a fines del año pasado. Los activos en el exterior se reparten entre inversiones en Uruguay, depósitos en Estados Unidos y acciones de empresas que cotizan afuera del país. ”Como muchos argentinos, tengo dinero guardado en el exterior. Por supuesto que voy a traer parte de mi dinero y parte quedará afuera para mis hijos”, aseguró en declaraciones televisivas al ser consultado sobre el tema.

 

Desde que asumió, el presidente Mauricio Macri viene insistiendo con la necesidad de que los empresarios confíen en el país y comiencen a invertir. “Hoy acá hay gente que ya puso primera y otra que todavía está pensando, está dudando, pero este es nuestro país, es el lugar donde vivimos, es el lugar que amamos, es el lugar por el que queremos luchar y la manera que tienen ustedes de luchar es invirtiendo, esa es la capacidad que Dios les dio”, aseguró el mandatario el pasado 18 de abril en un evento con empresarios que se organizó en la Casa Rosada luego del pago a los fondos buitres. “Creo que es hoy, es aquí y es ahora el momento de poner todo lo que tenemos, porque tenemos hijos, porque tenemos nietos”, agregó ese día.

 

Lo curioso es que la confianza que reclama contrasta, al menos por ahora, con los datos de su declaración jurada y la de sus propios ministros del gabinete. El 26 de mayo, Macri presentó su primera declaración de bienes como presidente e incluyó un depósito por 18 millones en las Islas Bahamas, un paraíso fiscal. A los pocos días dijo que iba a repatriar ese dinero como forma de demostrar su confianza en la “nueva etapa”, aunque todavía no hubo novedades. Dentro de su gabinete, la situación es similar.

 

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, consignó la tenencia de una cuenta en euros en Holanda con 4.292.070,62 pesos, otra cuenta en dólares en los Estados Unidos con 49.482.790,20 pesos, y acciones en Royal Dutch Shell -también en el exterior- por 16.326.051,67 pesos. El ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, declaró cuatro cuentas en Estados Unidos por un total de 40,5 millones de pesos (dos cuentas corrientes en dólares y otras dos que no especificó). El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, informó 4.945.383 de pesos repartidos en cuatro cuentas en los Estados Unidos. La canciller Susana Malcorra consignó siete cuentas de dinero en el exterior por más de 3 millones de pesos (tres en Suiza, una en España, una en Italia y dos en Estados Unidos) y una veintena de títulos y acciones en compañías suizas. El ministro de Educación, Esteban Bullrich tiene una cuenta en Estados Unidos por el equivalente a 233 mil pesos, mientras que el ministro de Justicia, Germán Garavano, tiene otra cuenta en el mismo país del norte por 1.244.828 pesos.

 

Al listado de los desconfiados que prefieren depositar sus ahorros en el extranjero, ahora se le sumó Melconian. El presidente del Banco Nación tiene 24.763.384 entre cajas de ahorro y cuentas corrientes en el exterior. En Uruguay tiene depositados 54.232 pesos, mientras que el resto permanecen en bancos de los Estados Unidos. En el país vecino también declaró una casa comprada en 1999 de 1.080 metros cuadrados valuada en 3.730.000 de pesos.

 

En títulos y acciones en el extranjero, informó inversiones por 37.311.994 de pesos desde mayo de 2010. Invirtió en Petróleo Brasileiro y Petrobras; en los fondos de inversión y agencias Apollo Investment Corp, Investec GSF Global, Franklin European Growth, Franklin Income, Franklin Global Real Estate, Prudential, Schroder y MFS Meridian; en empresas como Qwest Corporation, firma de telecomunicaciones de Estados Unidos, y otras compañías argentinas que cotizan en Nueva Cork como Edenor, los bancos Macro, Galicia y Francés, Tenaris, Pampa Holding, YPF y Cresud. En abril de 2015 Melconian colocó 672.880 pesos en CSN ISLANDS XI CORP, un emisor de deuda en nombre de la brasileña Compañía Siderúrgica Nacional, del rubro acero y metales, que según Moody’s tiene domicilio en las Islas Caimán, un paraíso fiscal.

 

Cuando le preguntaron si no era contradictorio reclamar confianza en el país para que lleguen inversiones y tener dinero en el exterior, se limitó a responder que “no es contradictorio”. “Más que adentro o afuera del país, lo importante es que los funcionarios y todos tengamos todo debidamente declarado”, concluyó Melconian.

 

(Aporrea)