Junta cultura pop japonesa y a Donald Trump y te dará como resultado algo más surrealista que una canción de Juan Magán. Algo así es lo que debió pasársele por la cabeza a Mike Diva cuando ideó el falso vídeo de apoyo a Trump. Todo un éxito que se estrenó el miércoles y ya lleva la friolera de 14 millones de reproducciones en Facebook y 3 en YouTube.

 

Mike Diva, director de vídeo, artista de efectos especiales y personalidad de YouTube, se encuentra detrás de esta parodia en la que ha invertido 1.000 dólares y un mes de su vida.

 

A pesar de que su trabajo simula ser el de una agencia de publicidad japonesa, Diva es estadounidense y ha confesado que, en Japan Supports Donald Trump For World President 2016, ha mezclado algo que le gusta mucho y algo que no.

 

Lo que le gusta es la publicidad estrambótica japonesa y los colores pastel. Así que ya podéis imaginar que es lo que no…

 

Exacto: Donald Trump.

 

Todo empieza cuando Trump se convierte en el presidente del mundo. Un mensaje en japonés aparece entonces, a la derecha de la pantalla, anunciando que Trump es Dios.

 

En ese momento, una adolescente que sigue la noticia por televisión, y está contenta por la noticia, se transforma a lo Sailor Moon y sale volando.

 

Es tan solo el inicio de la locura. A partir de ahí, Trump se convierte en un robot destructor, reúne a un ejercito gigante, construye un muro, vuela hacia el cielo y, desde allí, destruye la Tierra.

 

Más o menos, una metáfora de lo que podría acabar sucediendo si ganara las elecciones presidenciales del próximo noviembre en la vida real.

 

Diva declara haberlo hecho, literalmente, para aquellos que lo pillan. Aunque, también en sus propias palabras, se siente incluso mejor cuando la gente no lo pilla.

 

 Dicho de otro modo, Diva está intentando alertarnos, valiéndose de colores bonitos y un estilo kawai, de que, con Trump el mundo se va al desastre.

 

De momento, la confusión en redes ha estado servida. Algo a lo que ha contribuido el abundante simbolismo del que se compone el metraje: Trump haciendo el saludo nazi, un cerezo japones del que cuelga la cara color naranja del candidato republicano, sus dedos formando un corazón sobre el símbolo japonés de las partes nobles de una mujer.

 

El vídeo se presta a la interpretación y a Diva le encanta meterse a leer los comentarios que deforman aún más su realidad alternativa.

 

Sin embargo, a pesar del tono ligero de la broma, el vídeo podría encerrar un mensaje político mucho mayor. Sobre todo, cuando se tiene en cuenta que el triunfo de Trump podría suponer una amenaza para el país asiático.

 

En Japón, la opinión pública se ha posicionado claramente en su contra después de que amenazara con una guerra comercial a la isla si llegara al poder. Y es que, con Trump en la Casa Blanca, el primer ministro japonés pasaría a considerar Estados Unidos un enemigo de sus intereses nacionales, tal y como sucedió en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

 

No obstante, hay algo en lo que ambos coinciden: Japón debería tener armas nucleares.

 

Una vez puesto en contexto la verdad es que ya no tiene tanta gracia…

 

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(playgroundmag.net)