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Este jueves 23 de junio, los 34 países que integran el consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) debatirán y concluirán activar o no la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela, a solicitud del secretario general de este ente, Luis Almagro, quien simpatizando con la derecha nacional, aseguró que en este país suramericano no hay democracia.

 

La Carta Democrática es un mecanismo concebido para ser aplicado en casos de alteración o ruptura del hilo democrático y constitucional en uno de sus Estados miembro, se cree que este elemento puede efectuarse en un país cuando se haya violado el respeto a los derechos humanos, el estado de derecho, elecciones libres y periódicas a través del voto universal, pluralidad de partidos políticos y cuando haya separación de los poderes públicos.

 

Según el artículo 17, la Carta es aplicable cuando un gobierno de un país miembro recurra a la OEA (al Secretario General o al Consejo Permanente del organismo) para pedir asistencia en caso de “riesgo” a la democracia o su ejercicio en el poder.

 

También, la iniciativa puede surgir del Consejo Permanente o el Secretario General para que con el consentimiento del gobierno afectado, realizar gestiones diplomáticas en ese país, según cita el artículo 18.

 

Otro de los casos es la “alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático” o de “ruptura del orden democrático” (artículo 19), en los cuales la OEA puede intervenir sin el consentimiento del gobierno afectado.

 

Pero el caso más grave es la “alteración” de la democracia, detallado en el artículo 20, donde se faculta al Secretario General, en este caso a Almagro o a cualquier país miembro, a convocar inmediatamente un Consejo Permanente para evaluar la situación, tal como ocurre ahora en la sede de Estados Unidos.

 

Si la mayoría de los 34 países miembros (al menos 18) coinciden con Almagro, podrán votar por la realización de gestiones diplomáticas para promover la “normalización de la institucionalidad democrática” en Venezuela.

 

La suspensión de Venezuela de la OEA es otra de las sanciones más extremas, que podría aplicarse con el voto de al menos dos tercios de sus miembros; una Asamblea General Extraordinaria de cancilleres del continente, podría determinarlo. ¿Acaso el Gobierno de Venezuela ha violado tales principios para merecer un ataque por parte de Almagro? Saque sus conclusiones. 

 

(LaIguana.TV)