ghnjghj.jpg

Al cierre del primer trimestre de 2016 la producción petrolera venezolana promedió de 2,53 millones de barriles diarios (4,6% respecto a los 2,65 millones registrado en 2015).  Al mes de marzo pasado, la producción que el país reportó a la Opep fue de 2,51 millones de barriles diarios, lo que representaba un descenso de 5,3% respecto al promedio de 2015 para este mes.

 

El analista petrolero José Rafael Revenga explicó que “sería aconsejable tratar de recuperar los niveles anteriores más cercanos a 2,5 millones de barriles“. Añadió que sería beneficioso para la economía nacional resarcir esa capacidad de producción adicional y aseguró que la estadal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) “lo tiene muy consciente” y trabaja en esa dirección. Añadió que es importante valorar el procesamiento del gas por ser cada vez más importante en el país y, por ende, debería tomarse en cuenta en el cálculo de producción.

 

“El presidente de Pdvsa aclaró que hay que tener una consideración más amplia porque hay que incluir el equivalente de la explotación de gas que serían como unos 900 mil barriles diarios adicionales, los condesados y los líquidos de gas natural. Del Pino (presidente de Pdvsa) dio a conocer la cifra de 3 millones ochocientos mil barriles equivalentes. Es digno tener en cuenta un cálculo más amplio que únicamente el crudo”

 

Para Ramiro Molina, economistas y director del Centro de Estudios de Finanzas y Economía (Cefe), “un buen resultado sería que deje de caer la producción” y descartó que Pdvsa esté en condiciones de incrementarla en al menos 300 mil barriles diarios o más.

 

Con respecto al precio de la cesta petrolera, tanto Molina como Revenga, prevén tres escenarios de tendencias:

 

1) Estabilidad: Con un precio que oscile entre 45$ y 53$ para final del segundo semestre de 2016, lo cual representaría una fluctuación leve alrededor de los valores actuales.

 

2) Caída: Desde los niveles cercanos actuales alrededor de 50$ para encontrar un nuevo equilibrio cerca de 40$.

 

3) Aumento: Ascenso firme hasta cerca de 60$ a comienzos del año 2017 para luego caer a niveles cercanos a 30$ durante el próximo año.

 

Los especialistas coincidieron en que el escenario menos previsible es un alza de recuperación sostenida de los precios.

 

Efecto “Brexit”

Los precios del petróleo habían subido más de 30% este año antes del referéndum (23 de junio) sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Posteriormente al resultado donde 51,9% de los británicos votaron por el ‘Brexit’ (la salida), el precio del barril de petróleo retrocedía con fuerza, por la aversión al riesgo por parte de los inversores.

 

“Había un pequeño impulso ascensional y la gente, analistas, inversionistas creían que podía ir poco a poco subiendo hasta ubicarse en 55$. Sin embargo, la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha colocado un freno al pequeño impulso ascensional que marcaba la dinámica de los precios”, explicó Revenga.

 

El Brexit fue catalogado por los especialistas como un evento “no previsible” que le “cortó las alas” al impulso de los precios  por un efecto indirecto, apalancado por la desconfianza de la dinámica económica global.

 

Para Revenga, hay dos noticias que favorecerían en el futuro cercano una reducción mayor de los precios. Explicó que actualmente se estudia  un acuerdo entre los dos grandes bandos rivales en Libia y, de concretarse, puede esperarse el acceso de al menos 500 mil barriles adicionales al mercado.

 

En Nigeria, donde la producción se ha venido frenando por una guerra de guerrillas encabezada por los autodenominados “Vengadores del Delta Nigeriano” que han atacado las refinerías y las plataformas, se encamina a la firma de un acuerdo con el gobierno que podría impulsar la producción desde un millón 400 mil barriles a un millón 800 mil barriles diarios.

 

Para Revenga estos serían los dos flujos que corto plazo  ingresarían al mercado mundial con lo cual los precios tenderían a bajar.

 

Ruptura con modelo petrolero

Las inversiones necesarias para satisfacer de la demanda total del país requiere precios de entre $70 y $80 por barril, según estimaciones del ministro de Petróleo venezolano, Eulogio Del Pino, quien además ha señalado que la industria gasta cada año $600 mil millones en proyectos para mantener la producción, pero en 2016 la mitad de esa inversión fue diferida ante las bajas cotizaciones del barril.

 

Para Julio Montoya, economista, “nos es previsible por ahora” que los precios se sitúen en esos niveles, por lo que a su juicio Venezuela tiene que trasladar las construcción de políticas  sobre el escenario de que “el barril no subirá”.

 

Para Revenga, la producción petrolera “no repuntará” y maneja como precio referencial unos 50$ con un posibilidad de descenso. “El ingeniero Del Pino ha dicho que lo ideal sería tener 70$. Putin ha dicho que Rusia no funciona bien sino con el petróleo a 80$, perocreo que debemos hacernos de la vista gorda a esos comentarios que son más bien deseos optimistas y no la realidad“, comentó.

 

Montoya calificó el probable estancamiento de los precios como “lo más conveniente para la salud de la economía y para romper con el modelo petrolero“. Consideró que alimentar la esperanza de una posible alza en los precios nos condenaría a continuar “gastando y derrochando”. Abogó por una planificación entorno a precios bajos y a una urgente diversificación de la economía y las exportaciones para “no seguir dependiendo de un nivel de divisas proporcionado por el petróleo”.

 

Panorama venezolano

El mejoramiento de la producción petrolera nacional se encuentra supeditada al incremento de las inversiones y la flexibilización para los inversionistas tanto para la Faja del Orinoco como para los Pozos occidentales, indica el analista Revenga.

 

“Debe haber mayor flexibilidad en la formulación de los contratos y en las condiciones de operacionalidad de los inversionistas internacionales. Yo creo que eso ya está en camino, ojalá marche con el ritmo deseado”.

 

Para el economista Molina, la principal causa de la caída de la producción tiene que ver justamente con la acumulación de deudas con proveedores y contratistas por parte de Pdvsa. Explicó, como se anunció públicamente la semana pasada, la corporación  adelanta un programa de negociación con los contratistas y proveedores de mayor envergadura y buscan que los pactos que se firman puedan restablecer acuerdos de mantenimiento y de compras de piezas que permitan detener la caída.

 

Como segunda causa, Molina precisó la crisis eléctrica que atravesó el país: “Habían campos, particularmente en occidente que estaban expuestos a los cortes y programación eléctrica que no permitía que funcionaran normalmente y eso afectó la producción”, explicó. Se mostró positivo por la superación de este inconveniente y estimó que esto podría ayudar al repunte de la producción.

 

Al ser interrogado sobre posibles socios estratégicos para Pdvsa en la región, Revenga descartó que la gigante brasileña Petrobras estuviese en capacidad de socorrernos.

 

“Petrobras está en una condición muy difícil debido a la gigantesca corrupción que cada día alcanza mayor número de directivos. Está muy venida a menos, con una deuda empresarial gigantesca superior a 100 millardos de deuda empresarial y buscando vender unos yacimientos de poco volumen. Petrobras en este momento no es un socio viable para PDVSA».

 

(Hinterlaces)