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A propósito de la apertura de la frontera colombo-venezolana tanto este como el fin de semana pasado, a través del puente internacional Simón Bolívar en San Antonio del Táchira, algunas opiniones han querido mostrar a Colombia como el «salvador» de los venezolanos.

 

Si bien es cierto que producto del fuerte bloqueo económico de las grandes empresas, los venezolanos han tenido serias dificultades para adquirir los alimentos de la cesta básica, también lo es que Venezuela, en muchas otras oportunidades, ha brindado hospitalidad, recursos y hasta beneficios de ciudadano a los hermanos colombianos que han decidido mudarse de país en la búsqueda de mejores oportunidades.

 

Cúcuta, la ciudad a la que han tenido acceso los venezolanos para realizar sus compras estos dos fines de semana, era una ciudad con una economía decreciente desde que se cerró el paso fronterizo hace casi un año. Así lo reflejaron los comercios cerrados y las liquidaciones extremas antes de la reapertura.

 

Con el cierre que se declaró en agosto de 2015, muchos colombianos residentes en las áreas cercanas a la frontera, varios de ellos dedicados al bachaqueo, al contrabando de extracción, «pimpineros», quienes cambiaban los bolívares y hasta los «mototaxistas», se quedaron sin ingresos, pues se le puso freno a un conjunto de actividades ilícitas que desgastaban la economía y el bolsillo de los venezolanos.

 

No obstante, cerca de 25 mil colombianos residentes de Cúcuta tenían empleo en las ciudades fronterizas en Venezuela, como San Antonio del Táchira y Ureña. Estos también cayeron en desempleo.

 

Es decir, una fuerte cantidad de ciudadanos del vecino país dependen de los ciclos económicos de Venezuela, no al contrario, como lo han querido hacer ver algunos medios, asemejando el paso fronterizo a un «corredor humanitario».

 

No se compara los beneficios que ha dado, históricamente, Venezuela a Colombia con lo que ahora algunos llaman «ayuda humanitaria», que es entre otras cosas la venta a los venezolanos de sus propios productos como harina de maíz precocida, azúcar, arroz, entre otros. Productos que muchas veces, fueron llevados de aquí al vecino país en jornadas alimenticias propuestas por el Gobierno nacional para el beneficio tanto de venezolanos como de colombianos.

 

(LaIguana.TV)

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