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Una “franca mejoría” viene registrando en los últimos 30 días la cota del embalse del Guri, que alimenta la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar. Datos recientes revelan que su nivel ya supera los 253,02 metros sobre el nivel del mar (msnm) y se encamina a cerrar el mes de julio en un tope superior a los 255 metros. Se proyecta que en el primer trimestre de 2017 la cifra supere los 262 msnm, si comienza el fuerte período de lluvias, según fuentes de Corpoelec.

 

A finales de abril pasado, el nivel del embalse tocó, por primera vez en su historia, 241 metros y llegó a la “zona de colapso”, la situación puso en peligro el funcionamiento de la principal central hidroeléctrica del país, que genera más del 60% de la energía que se requiere a nivel nacional. El pasado 16 de julio, el ministro para la Energía Eléctrica, Luis Mota Domínguez, informó que la cota ya rondaba los 252 msnm , es decir, 10,71 metros por encima de su mínimo.

 

“El objetivo es llevar a la cota óptima que sería 271, aliviar y abrir compuertas en Guri, dar un servicio de calidad a la población. Ese es nuestro reto”, resaltó el titular de la cartera eléctrica.

 

Las cifras revelan que la recuperación del embalse es “lenta” y los expertos aseguran que el Gobierno espera la llegada del fenómeno climático La Niña aparezca, que ocasiona más lluvias y causa más huracanes en el Atlántico.

 

El ingeniero eléctrico Luis Carreño aseguró, a este rotativo, que “es un alivio que el nivel del Guri ya no se encuentre en la zona de colapso. Pero se requiere de un tiempo prudente para que llegue a su tope máximo de 271 metros, en todo esto es clave el aporte de agua de los ríos que alimentan la represa. La fuerte sequía sigue golpeando el país y en la cuenca del río Caroní se vienen registrando esporádicas precipitaciones (…) todos esperan que llegue La Niña a finales del último trimestre del año y esto podría darle un impulso a la recuperación del embalse”.

 

“Lo más probable es que a final de año el embalse cierre con una marca cercana a los 260 msnm, en el mejor de los casos. Las tendencias y proyecciones del Inameh es que ya está por comenzar el período lluvioso en todo el país, acompañado por las vaguadas y las ondas tropicales”, destacó Carreño.

 

Recientemente, Miguel Lara, experto en materia de electricidad y exgerente general en la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados, aseguró que “la hidrología y el uso que se le dé al embalse son las variables que deciden hasta que cota se recuperará (el Guri) una vez transcurra la época de lluvias. No es el Niño (fenómeno climático) quien toma por sorpresa al SEN, es el abuso del embalse lo que lo deja vulnerable para la época seca”.

 

Otros analistas recomiendan al Ejecutivo  mantener “bajo la manga” un plan alternativo ante la posibilidad de que se extienda el período de sequía —como ha sucedido en la región occidental— en lo que resta de 2016.

 

En esto coincide el experto en el tema e ingeniero eléctrico, Daniel Castillo. “A pesar que ya se quitaron los racionamientos eléctricos (que dejó a la población por horas sin energía), todavía el país no está libre de una posible crisis en el sector. Particularmente, pienso que el Plan de Administración de Cargas (PAC) debió mantenerse hasta que la cota del Guri superará los 260 msnm, era lo más sensato (…)”.

 

“El sistema sigue siendo vulnerable porque el parque termoeléctrico continúa presentando serías dificultades en su capacidad de generación. Asimismo, no es descartable que las ansiadas lluvias para final de año no se den (…), la probabilidad es de 50%-50%. Es necesario tomar acciones prudentes y acertadas, no bajar la guardia”, comentó Castillo.

 

En mayo pasado, el Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (Inameh) señaló que se esperaba a La Niña “a partir de septiembre”. Aunque el ente insistió que existe “incertidumbre debido a la dispersión de los modelos hacia el final del año, la probabilidad de que un evento frío La Niña emerja en ese período supera el 50% a partir del trimestre septiembre-noviembre”. El último se presentó con fuerza entre 2011-2012 y generó grandes afectaciones en Colombia, Argentina y en la región Guajira en Venezuela. 

 

(Panorama)

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