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Turquía ordenó el lunes la detención de 42 periodistas, reportó la cadena NTV, en el marco de duras medidas tomadas por el Gobierno tras un fallido golpe de Estado, que han afectado a más de 60.000 personas y generado críticas de la Unión Europea.

 

Los arrestos o suspensiones de soldados, policías, jueces y funcionarios públicos en respuesta al golpe del 15 y 16 de julio han elevado las preocupaciones entre grupos de derechos humanos y países occidentales, que temen que el presidente Tayyip Erdogan lo esté capitalizando para reforzar su poder.

 

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cuestionó la aspiración de Ankara de unirse a la UE. «Creo que Turquía, en su estado actual, no está en posición de convertirse en miembro pronto y ni siquiera en un período más largo», dijo Juncker al canal de televisión francés France 2.

 

Juncker también dijo que si Turquía volviera a introducir la pena de muerte -algo que el Gobierno dijo que debe considerar en respuesta a llamadas de seguidores en manifestaciones que pedían que los líderes del golpe fueran ejecutados- esto detendría inmediatamente el proceso de acceso a la UE.

 

Turquía abolió la pena capital en 2004, lo que le permitió iniciar conversaciones de acceso a la UE al año siguiente, pero las negociaciones lograron pocos progresos desde entonces. En respuesta a los comentarios de Juncker, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo a Haberturk TV que Europa no puede amenazar a Turquía sobre la pena de muerte.

 

Erdogan ha declarado el estado de emergencia, que le permite firmar nuevas leyes sin aprobación previa del Parlamento y limitar los derechos que considere necesarios.

 

El Gobierno ha dicho que estas medidas son necesarias para terminar con los seguidores del golpe y que no viola los derechos de los turcos.

 

(Reuters)