“No le pedí casa porque no me sentía capacitado para tener un hogar, no le pedí dinero porque me lo iba a consumir en drogas. Yo lo único que quería era mi libertad, mi salud, recuperar mi vida”, así rememora Oliver Garzón su primer encuentro con el fallecido Comandante Hugo Chávez, cuando este se le acercó en una acera del sector El Silencio donde el joven dormía entre cartones.

 

En entrevista del pasado viernes para el programa “El Desayuno”, de Venezolana de Televisión (VTV), Garzón contó que el líder de la Revolución Bolivariana se refirió a él como un “hijo de la patria” ante los cuerpos de seguridad que cuestionaban su trato con un muchacho de mal aspecto aquel 2 de enero de 2011. “De una fruta podrida hay una buena semilla”, cita el joven tras intentos de la Casa Militar de instar al Mandatario a seguir los protcolos. Óliver sostiene que hoy día esa semilla es la que está presente, colaborando con autoridades de la Misión Negra Hipólita para continuar la tarea de rescatar ciudadanos en situación de calle. Función que le asignara Chávez a dicha misión al fundarla el 14 de enero de 2006.

 

A 62 años del nacimiento del Comandante, Garzón recalcó que su legado se mantiene en su corazón y en el de todo el pueblo revolucionario.

 

(LaIguana.TV)

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