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El ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Mohammad Javad Zarif, comenzó esta semana su recorrido por América Latina. Visitará en total seis países: Cuba, Nicaragua, Ecuador, Chile, Bolivia y Venezuela. La primera escala será la isla caribeña.

 

Con el claro objetivo de fortalecer los vínculos económicos, la delegación que acompaña a Javad Zarif estará compuesta por más de 60 empresarios de su país, tanto del sector público como privado. «Actualmente, Irán está en una situación en la que puede elegir a sus amigos políticos y socios comerciales, y no está obligado a colaborar con algún país o región específica en el mundo», expresó el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemí.

 

Algunos de los sectores clave que busca fortalecer Irán con América Latina son el petroquímico, el de los derivados del petróleo, la minería, la medicina, la agricultura y la ingeniería, entre otros.

 

Sin sanciones, Irán se expande

 

Luego de que el país persa alcanzara un acuerdo con las potencias y quedara libre de sanciones económicas, comenzó una progresiva apertura en busca de acuerdos comerciales y de la expansión de sus mercados. 

 

Fue así que aumentó considerablemente la exportación de petróleo hacia la Unión Europea, llegando a los 600.000 barriles por día. En ese marco también alcanzó un acuerdo con la empresa estadounidense de aviones Boeing con el objetivo de renovar su flota.

 

¿Qué busca Irán en América Latina?

Es desde ese lugar y con esa potencialidad con la que el canciller Javad Zarif da comienzo a esta gira. Si bien cinco de los países que visitará «coinciden con el espacio del ALBA» y mantienen «hace ya un par de años diferentes grados de cooperación e intercambio comercial, tecnológico y cultural», la novedad es Chile, «país con el que Irán había cortado relaciones en 1980 en protesta por los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet», explicó en diálogo con RT el periodista especializado en Medio Oriente, Julián Aguirre.

 

Aguirre, que participó de la redacción del libro ‘ISIS. El ejército del terror’, sostiene que «se busca explotar las potencialidades de sectores de la economía iraní hasta ahora restringidos por el bloqueo comercial y financiero que traía aparejado las sanciones». Asimismo, el especialista recuerda que «se acercan las elecciones dentro de un año» en Irán. Considerando que el acuerdo nuclear «fue una base de la política del presidente Hasán Rouhani, mostrar logros en el campo diplomático y económico no es nada menor», opina.

 

Según el vicecanciller iraní, Majid Takht-Ravanchi, este viaje es «el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones entre Irán y América Latina». A este respecto destacó el restablecimiento de relaciones con Chile, calificó a Venezuela como un «país amigo» y señaló que ya fue acordado el pago de la deuda de 164 millones de dólares que tiene Nicaragua con Teherán.

 

Sin Brasil ni Argentina

En todo caso, resulta bastante ilustrativo que la delegación iraní no pase por dos de los países más importantes de América Latina: Brasil y Argentina. «Los lazos fortalecidos en años anteriores hoy quedaron en un espacio de incertidumbre», apunta Aguirre, destacando que aunque no haya «ninguna postura oficial», el signo político de los gobiernos de Michel Temer y de Mauricio Macri «da que decir».

 

«De Brasil los iraníes no deben querer aventurarse hasta la situación política del país no se esclarezca», opina el periodista. En cuanto a Argentina, destaca que es un Gobierno que «desde la campaña electoral se pronunció en contra de la normalización de relaciones con Teherán» y, si bien «no hubo ningún paso oficial dado, con eso basta».

 

Finalmente, Aguirre remarca que las relaciones Argentina-Irán «nunca llegaron a desarrollarse como con Venezuela y Brasil», aunque «los BRICS siempre ofrecieron un espacio de respaldo económico al que la República Islámica supo recurrir estos años».

 

(RT)