El 23 de enero de 2011, el presidente, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, hizo unas cuantas apreciaciones, justas y verídicas, sobre los acontecimientos históricos que rodearon la caída de Marcos Pérez Jiménez. Según el Chávez, esta dictadura antecedió a la última de todas: la de los 40 años del Puntofijismo, iniciada en octubre de 1958.

 

En su discurso, aseguró que “No hay que decir que cayó la última dictadura con Pérez Jiménez, porque la última dictadura fue la del Pacto de Punto Fijo”, régimen que caería el “6 de diciembre con la llegada de la revolución”.

 

Estos linderos de la historia, siempre precisados por Chávez, procuraban una mejor conciencia de lo que fue el pasado histórico de la Venezuela en este caso, contemporánea.

 

El Pacto de Punto Fijo, sería el convenio más fraudulento hecho por cúpulas en el poder venezolano. Ese 23 de enero, los dirigentes de Acción Democrática, Copei y URD, firmarían un acuerdo tripartidista:

 

“Fue una traición al 23 de enero de 1958, a los mártires de la dictadura de Pérez Jiménez, y comenzó la historia de otra dictadura, la bipartidista, Rómulo Gallegos por AD, Rafael Caldera por Copei, los ricos de Fedecámaras, los militares de la derecha, para repartirse la torta”, señalaba el Comandante en ese memorable discurso.

 

Continúa Hugo Chávez: “Allí comenzó a instaurarse la dictadura que vino después, a la que ellos llamaron democracia, con todos los muertos, desaparecidos y torturados que provocaron”, indicó.

 

Con la llegada de la Revolución en 2008, como diría Chávez, se acabarían los niveles de desigualdad económica que iba en percance de “un 50% de la población que se encontraba en altos grados de pobreza”. La equidad de la renta petrolera, que fue de todos los venezolanos, permitió saldar sendas brechas en los niveles adquisitivos, alimentarios, de vivienda, salud y educación de la población.

 

(LaIguana.TV)

 

 

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