Con la llegada del gobierno de derecha de Sebastián Piñera en 2010, en Chile llegó también una nueva etapa de movilización social protagonizada por los jovenes universitarios que fue para algunos la continuación de las protestas que protagonizaron los estudiantes secundarios llamada la revolución de los pingüinos.

 

Se trató de una movilización civil que exigía cambios estructurales y transversales al modelo educativo que arrastra Chile desde la dictadura de Augusto Pinochet, no solo de estudiantes, sino de familias y trabajadores; sin embargo, algunos analistas hablan de la movilización para poner fin al lucro de la educación chilena como el movimiento de la clase media. En fin, se trató de un país movilizado y en calle, pero que encontró en Sebastián Piñera no a un presidente abierto y dialogante, sino a un mandatario represor y sordo.

 

Las imágenes de la represión de las fuerzas del estado a través de los Carabineros de Chile coparon titulares en la nación austral y en unos cuantos medios latinoamericanos, una represión digna sin duda de un gobierno conformado por varios herederos ideológicos de una de las dictaduras más férreas del continente.

 

Es por cierto ese mismo ex presidente el que viene a Venezuela acompañado de Andrés Pastrana y Felipe Calderón a dar lecciones de democracia y respeto de los Derechos Humanos.

 

(LaIguana.TV)

 

 

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