cuadro-rapto.jpg

Un calvario vivió Jhony José Gómez, raptado en Punto Fijo, el pasado 13 de noviembre. Fue víctima de una banda de secuestradores “que conforma una secta satánica, llamada El Ángel Caído”. Padeció 17 días de terror.   

 

Así dieron a conocer, ayer, fuentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). “Las investigaciones están encaminadas a determinar de dónde es la banda que ejecuta acciones que no son tradicionales en una organización criminal”, agregaron. 

 

A la víctima —rescatada en un banco del casco central de Maracaibo, el martes en la tarde— “se le están practicando múltiples exámenes médicos. Hasta el momento se puede revelar que fue sometido a   maltratos, entre ellos, le inocularon drogas y lo hicieron comer carne cruda y sangre”, dijo el funcionario policial. 

 

Gómez  fue llevado a la sede del Banco del Tesoro, en el centro comercial Ciudad Chinita, en pleno centro de la ciudad. “Intentó cobrar un cheque  pero esa cuenta había sido bloqueada a petición de sus familiares directos, porque se encontraba desaparecido. Al ver el cheque, los empleados llamaron a la policía”, agregaron. 

 

Los miembros de la secta practican ritos en presencia de sus secuestrados. “Se está investigando, porque estimamos que hay cuatro o cinco víctimas más”, dijeron los funcionarios que intentan precisar de qué ciudad son oriundos los “atípicos” secuestradores. 

 

El jefe de la PNB en el Zulia, general de brigada (GNB) Luis Morales Guerrero, precisó que “se adelantan las investigaciones para dar con el paradero de estos criminales. No hubo detenidos en el procedimiento de Ciudad Chinita”, afirmó. 

 

Cuando los captores vieron que a Gómez  lo invitaron  a una oficina, con la excusa de conformar la firma (un procedimiento estándar cuando se trata de grandes cantidades de dinero), estuvieron alertas y, minutos después, se fueron. 

 

“Hay detalles de la investigación que no podemos revelar”, agregó una fuente policial. “El modus operandi consiste en ofrecer comidas y bebidas en centros nocturnos a personas a quienes ya han detectado y estudiado, y se adaptan a sus características. Una operación que implica mucho tiempo”, dijo el efectivo policial. 

 

Gómez permanece recluido en un hospital de Maracaibo, en el que está siendo sometido a “múltiples exámenes”. 

 

“Estamos en presencia de un grupo atípico, que no hace cosas ‘naturales’ de grupos delictivos. Es mucho más organizado, y discreto. ¿Cuántas medidas de seguridad deben tomarse para pasar a un raptado de un estado a otro, por zonas metropolitanas y mantenerlo cautivo por 17 días? ¿Y para sacarlo y llevarlo al banco sin que llame la atención?”, reflexionó un funcionario policía.

 

(Panorama)