cuadro-hidee.jpg

Tenemos prohibido olvidar para que «políticos» de la calaña de Manuel Rosales, enjuiciado por corrupción y vinculado al paramilitarismo, no nos agarre desprevenido y quiera venir ahora a dársela de víctima de la revolución o de santo salvador de Zulia.

 

A los chavistas y a los que no son chavistas les recuerdo que las acciones delictivas de Rosales llegaron al colmo de burlar la seguridad presidencial de Chávez, lo hizo en una escuela del municipio Mara, al norte del Zulia, un domingo 12 de octubre de 2008 durante la campaña de las primarias que se celebraron el 23 de noviembre de ese año.

 

Por cierto, esa fue la vez que El Gigante no se cansó de llamarlo desgraciado en un acto público en la Plaza de Toros de Maracaibo. La visita de Chávez estaba pautada para las 10:00 de la mañana, pero llegó después del mediodía y se dispuso a inaugurar el acueducto Winca, una escuela técnica agropesquera y entregar unos títulos de tierra a propósito del Día de la Resistencia Indígena.

 

Y allí en la tarima de la escuela se dirigió al público con su enérgico discurso. El evento transcurrió en apariencia normal hasta que Chávez se despidió. Cuando los asistentes intentaron salir, el portón estaba bloqueada por los militares. Sin embargo, nadie sospechó nada, después dieron la orden de evacuar el área y la gente se marchó tranquila; más tarde en la noche, reventó el escándalo.

 

Chávez eufórico en un acto en la Plaza de Toros de Maracaibo confesó: «Los muchachos de mi escolta me dicen: ‘mire Presidente hay una situación de alerta, de alarma’ y terminado el acto preguntó: ¿qué es lo que pasa? Que fueron capturados tres elementos sospechosos vistiendo camisas rojas de Pdvsa muy cerca de donde usted estaba».

 

El Gigante habló con los detenidos y estos le informaron que habían sido enviados para fotografiar el lugar donde él se encontraba, y que la orden les fue dada por miembros del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) de Rosales, en ese momento candidato a la Alcaldía de Maracaibo.

 

Chávez no tenía dudas de que los infiltrados fueron enviados por ese bandido a quien llamó varias veces desgraciado. «Manuel Rosales es un golpista que desde aquí (Zulia) apoyó el golpe de Estado y desde aquí sigue siendo la ficha yanqui para derrocar al Gobierno nacional. No te tengo miedo», le dijo el máximo líder revolucionario.

 

Y ese es Rosales bien calificado por el Comandante, por eso, el noble pueblo del Zulia no se puede dejar engañar y caer en la trampa de ese perverso exconvicto.

 

Con Maduro victorioso ¡venceremos!

 

Por: Gian Carlo Di Martino

 

(Aporrea)