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Antonio Ledezma, recientemente detenido por planes conspirativos y golpistas, tiene un prontuario en el que destaca, sobre todo, su implicación en los funestos hechos acaecidos el 27 de febrero de 1989, conocidos también como «El Sacudón».

 

Ledezma, quien para ese entonces era gobernador de Caracas, era el responsable directo de las decisiones que se tomaban a nivel ejecutivo de la extinta Policía Metropolitana (PM). Parece que a algunos venezolanos se les olvida que en esas fechas, el funesto personaje se vanaglorió de haber enviado a las calles contingentes de la PM, y de los viejos Guardia Nacional y Ejército a atentar contra la vida de los venezolanos en justa rebelión.

 

Los cuerpos de seguridad, según sus propias declaraciones, estaban en la calles “para repeler cualquier intentona de estos grupúsculos, de estos sectores minoritarios que creen que a fuerza de balazos, que saqueando el comercio, que perturbando la paz, van a quebrantar el hilo constitucional”. Justificando así, el asesinato de los cientos de venezolanos caídos en el Caracazo.

 

En recientes declaraciones a la radio Alba Ciudad, la ministra para el Servicio Penitenciario Iris Varela, dijo que Ledezma está directamente implicado tanto en estos hechos como en la masacre del retén de Catia.

 

“La PM aplicó la ley de fuga, ellos le dijeron a los internos que quedaban en libertad para posteriormente asesinarlos vilmente y por supuesto esas órdenes las debieron recibir con anticipación, ya que no actuarían sin la anuencia de su jefe directo: Ledezma”, aseveró Varela.

 

El expediente de Ledezma es de vieja data. Asesino de estudiantes, implicado en estos hechos durante su gestión pública, relacionado ahora con planes golpistas, este personaje se encuentra frente al juicio de la historia, del pueblo, y de la ley venezolana.

 

(LaIguana.TV)