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La memoria es una de las tantas funciones del cerebro. Gracias a ella, podemos codificar, almacenar y recuperar la información. La que funciona a corto plazo nos permite retener datos del espacio con el que estamos interactuando por unos pocos segundos o minutos. Luego, desaparece. Cuando pensamos en nuestros recuerdos y conocimientos, nos referimos a la memoria a largo plazo.

 

Si bien nuestros genes tienen un papel fundamental a la hora de determinar la capacidad de nuestra memoria, hay algunos factores que podemos controlar para mantenerla en buen estado. Algunos de los hábitos que pueden afectarla son el tabaquismo, el sedentarismo y una alimentación pobre.

 

Técnicas para preservar la memoria

 

1. Haz ejercicio regularmente: esto reducirá el riesgo de perder la memoria y estimulará la producción de nuevas células cerebrales. El ejercicio cardiovascular será el más efectivo.

 

2. Ejercita tu cerebro: para ello, puedes leer, hacer crucigramas o jugar juegos de estrategia, como el ajedrez. Otra opción es aprender a tocar algún instrumento. Todas estas actividades mantendrán tu mente estimulada.

 

3. Controla tu estrés: puedes hacer esto con técnicas de respiración o de meditación. También te ayudará practicar yoga.

 

4. Descansa bien: dormir es fundamental para las funciones cognitivas.

 

Algunas soluciones naturales

 

Arándanos

 

Por poseer antocianinas, ejercen un efecto positivo sobre la memoria y el aprendizaje, al mejorar las conexiones entre las neuronas. También son efectivos para reducir el daño progresivo del cerebro.

 

Prepara una infusión de una cucharadita de arándanos secos en una taza de agua. Bébela dos veces al día.

 

Ginkgo Biloba

 

Tiene la capacidad de mejorar la circulación en los capilares. Al mismo tiempo, aumenta su resistencia y ayuda a que no se rompan. De este modo, mantiene la salud del cerebro para evitar afecciones que puedan causar pérdida de memoria.

 

Prepara una infusión de una cucharadita de planta por cada vaso de agua hirviendo. Deja reposar entre 3 y 5 minutos, y bebe dos tazas al día.

 

Ginseng

 

Favorece la irrigación de sangre al cerebro, ya que funciona como vasodilatador. Esto mejora el trabajo mental. Al mismo tiempo, aumenta la capacidad de comprensión y permite una mayor facilidad en el aprendizaje.

 

Nueces

 

Por su contenido de omega 3 y vitamina E, funcionan contra el deterioro cognitivo. Por ello, potencian y mejoran la memoria.

 

Espinaca

 

Por tener luteína, funciona como un protector de las células cerebrales, previniendo su degeneración. El ácido fólico que contiene también ayuda a evitar la pérdida de memoria y mejorar la concentración.

 

(La Bioguía)