Durante una rueda de prensa, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, desestimó la “gira” en la que está embarcado el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, desde la semana pasada y en la que ha visitado, hasta ahora, Colombia, algunos países de Europa Occidental y Canadá. 

 

“Cuando vuelva ‘Juanito Alimaña’ no va a pasar nada”, dijo Cabello en su intervención. 

 

Por un lado, el dirigente de la tolda roja podría haberse referido al victimismo de Guaidó, quien no pocas veces ha mencionado durante sus intervenciones en el extranjero que corre riesgo de ser encarcelado a su vuelta. 

 

Lo que omite el parlamentario de Voluntad Popular en su lloriqueo, es que salió del país a sabiendas que sobre él pesa una prohibición expresa del no hacerlo, dictada por el Tribunal Supremo de Justicia el pasado 19 de enero de 2019, tras una solicitud que en su oportunidad hiciera el Ministerio Público, luego de su designación como presidente de la Asamblea Nacional.

 

Sin embargo, es público, notorio y comunicacional que no es la primera vez que Guaidó viola  su prohibición de salida del país, sin que las autoridades venezolanas hayan adelantado, hasta ahora, ningún procedimiento para privarlo de su libertad, cosa que, por lo demás, podrían hacer en cualquier momento, dado que el diputado está incumpliendo abiertamente con las leyes de la República, no sólo por salir del país cuando no lo tiene permitido, sino por solicitar y apoyar sanciones unilaterales provenientes de gobiernos foráneos en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro y que se han traducido en un visible deterioro de las condiciones de vida de la mayoría del pueblo venezolano. 

 

Otra posible arista de interpretación está relacionada con la creciente incapacidad del parlamentario opositor para convencer a sus seguidores de acompañarlo en manifestaciones y actividades de calle en el país. 

 

Durante sus últimas convocatorias, aunque se dieron en sectores tradicionalmente identificados con la oposición al gobierno, Guaidó apenas logró convocar a unas decenas de seguidores que no ocupaban ni una cuadra, razón por la cual, contrario a lo que pareciera deducirse de la parafernalia mediática que le acompaña, el político no parece estar respaldado por el pueblo venezolano.

 

(LaIguana.TV)