Hace un año, Juan Guaidó, a poco más de un mes de haberse autoproclamado presidente interino, iniciaba su primera gran arremetida contra el gobierno y pueblo de Venezuela, en colaboración con el gobierno colombiano. 

 

 

Para la fecha, el líder extremista había convocado, con anuencia de las autoridades colombianas, a un concierto titulado “Música por Venezuela: Ayuda y Libertad” a celebrarse en el puente Internacional “Las Tienditas”, ubicado en la población de Cúcuta y que contó con reconocidas figuras de la música. Los gastos corrieron a cargo del millonario Richard Brenson. Según los organizadores, el propósito sería recolectar fondos para “la ayuda humanitaria” en Venezuela, pero el plan tras esto era mucho menos altruista. 

 

 

Juan Guaidó abandonó el país ilegalmente y fue ayudado a cruzar hacia Colombia por miembros del grupo paramilitar Los Rastrojos, como consta en fotografías que dieron la vuelta al mundo durante los pasados meses. Ya del otro lado de la frontera, el parlamentario opositor montó un show al asegurar que el gobierno venezolano había quemado los camiones con la ayuda humanitaria, versión que de inmediato fue desmentida por la periodista Madelein García, de la cadena TeleSur y posteriormente, por el diario The New York Times.

 

 

Lamentablemente, hubo mucho más que las mentiras de Guaidó. Las autoridades venezolanas denunciaron durante los días previos al evento, que desde Colombia se pretendía crear un falso positivo que sirviera de excusa para atacar militarmente a Venezuela y que al frente de esa operación estarían el gobierno de Iván Duque y Juan Guaidó. Los eventos acaecidos en las poblaciones de Ureña y San Antonio del Táchira, así como sobre el Puente Internacional Simón Bolívar durante los días 23 y 24 de febrero de 2019, le dieron la razón al gobierno del presidente Nicolás Maduro. 

 

 

El 23 de febrero de 2019, las guarimbas iniciaron en Ureña desde antes de las 7 de la mañana. Buena parte de las calles estaban cerradas con barricadas hechas con escombros, basura ardiente y restos de brocales. En buena parte de ellas había apenas pequeños grupos de personas, hombres jóvenes en su mayoría. Algunos usaban morrales y capuchas e incluso, fue posible apreciar a uno que portaba un chaleco antibalas. 

 

 

Mientras tanto, dos desertores del Ejército venezolano, sustrajeron un par de tanquetas pertenecientes a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) e ingresaron a territorio colombiano a través del Puente Boca de Grita, otro paso fronterizo cercano entre Colombia y Venezuela. El propósito era simular un ataque desde Venezuela hacia Colombia. Afortunadamente, como informó posteriormente el protector de Táchira, Freddy Bernal, las autoridades venezolanas lograron recuperar las tanquetas robadas y con ello evitaron ofrecer al vecino país el causus belis que esperaban.  

 

 

Mientras tanto, en San Antonio del Táchira, grupos de manifestantes se concentraron para intentar bordear el Puente Internacional Simón Bolívar desde el lado venezolano y un grupo violento atacó a la GNB que estaba apostada en la entrada del puente con objetos contundentes, bombas incendiarias e incluso, armas de fuego. Los efectivos respondieron lanzando gases lacrimógenos, en un intento por dispersar a la multitud. 

Más tarde, la vanguardia violenta ataca la zona del puente, con la complicidad de la policía, el Ejército y las autoridades de Migración de Colombia. Las tomas muestran a un helicóptero del vecino país sobrevolando la zona. Ya era visible en las tomas desde San Antonio. También empiezan a aparecer algunos heridos –civiles y militares– que son auxiliados por otros manifestantes, por el pueblo y por la Policía Nacional Bolivariana.

 

 

De acuerdo con Bernal, “una serie de escaramuzas comenzaron después de las 2 de la tarde, aquí en el Puente Simón Bolívar, con el saldo de 42 heridos por objetos contundentes y 2 por arma de fuego, entre ellos, siete honorables guardias nacionales, incluso dos incendiados con bombas molotov. Hemos sido objeto de una arremetida permanente durante muchas horas. Violentamente. Disparos contra el pueblo, disparos contra la Policía Nacional Bolivariana, disparos contra la Guardia Nacional Bolivariana..”, lo que da cuenta de una jornada particularmente violenta de la que poco o nada se dijo en las grandes cadenas mediáticas, concentradas en culpar al gobierno de Maduro por la quema de los camiones que contenían la presunta ayuda humanitaria. 

 

 

El otro actor esencial en poner freno al plan de incursión armada desde Colombia, fue el pueblo proveniente de distintas regiones del país, que le salió al frente a los agresores e impidió que ingresaran al territorio venezolano a continuar con su agenda de destrucción, violencia y terror, acción que fue reconocida por Freddy Bernal el sábado 23 de febrero: “aquí lo que hemos tenido es pueblo: hombres, mujeres, jovencitos, mujeres mayores. No solamente de Táchira, sino del pueblo del Zulia, de Mérida,  de Caracas, de Barinas, de Portuguesa, de Cojedes, la juventud… Incluso, mujeres … Me siento orgulloso como venezolano de haber visto a adultos mayores, de 50, de 60 años, personas con discapacidad, luchando como guerreros, como soldados, resistiendo esta embestida salvaje y criminal”, dijo entonces. 

 

 

En el mismo orden de ideas, el equipo de La Iguana.TV estuvo presente bajo el Puente Internacional Simón Bolívar y desde allí constató que había guarimberos armados intentando ingresar a Venezuela. En ese momento, la reportera comentó: “lo que tienen en sus pantallas son guarimberos que intentan ingresar al territorio venezolano por debajo del Puente Internacional ‘Simón Bolívar’. Varios de ellos se encuentran armados, tienen armas de fuego. Acá  se encuentra el poder popular defendiendo el territorio venezolano…”.

 

 

Los ataques contra puentes fronterizos continuaron durante el 24 de febrero de 2019. Numerosas imágenes muestran a manifestantes violentos atacar a la GNB con objetos contundentes desde el lado colombiano, con la anuencia de las autoridades de ese país, que hicieron caso omiso de las agresiones y les permitieron operar a sus anchas. 

 

 

Unas imágenes muestran a un trío de encapuchados violentos negociando con la GNB para ingresar a Venezuela. De la conversación entre ellos, se extrae: “Nosotros queremos pasar, patrón”, exigen. Uno de ellos, cubierto con indumentaria militar oscura, explica que no quieren pelear con ellos [las autoridades venezolanas], sólo ingresar al país. 

 

 

Más adelante, otro confiesa: “nosotros veníamos con las cosas para que no pasaran gringos ni nada. Íbamos a pasar nosotros mismos…”. Asimismo, se asumen voceros del resto y aducen que allí “no está Guaidó ni está Maduro”. 

 

 

Si bien la conversación no es demasiado clara, lo que sí parece evidente es que aún entre los guarimberos usados como brigada de choque en los planes de la oposición violenta, parece haberse difundido la especie de la invasión extranjera, encabezada por Estados Unidos y ello les habría animado a tomar la iniciativa. Como tantas otras veces, fueron manipulados por sus líderes y luego abandonados a su suerte. 

 

 

Finalmente, el gobierno venezolano logró controlar los focos de violencia y según la opinión del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, ese intento fallido de Guaidó, fortaleció a la Revolución Bolivariana. 

 

 

“Y aquí lo que ha salido es más fortalecida la revolución, lo que ha salido es más fortalecido nuestro pueblo. La paz sale fortalecida y se manifiesta la extraordinaria salud de la unión cívico-militar en Venezuela. Ayer lo demostramos aquí en el estado Táchira y en todo el territorio nacional. Al final, como siempre hemos dicho, nosotros venceremos, a pesar de los halcones del imperialismo”, le declaró entonces a la prensa.         

 

 

(LaIguana.TV)