No se puede afirmar que la juventud revolucionaria está perdida, “eso está fuera de la realidad, no es así”, consideró la comunicadora Orlenys Ortiz a propósito de la captura de funcionarios (varios de ellos jóvenes) vinculados a tramas del narcotráfico y el combustible.
La venezolana ofreció estas declaraciones durante una entrevista que realizó el periodista Clodovaldo Hernández para la sección Cara a Cara del portal LaIguana.TV.
Ortiz explicó, que si bien hay casos en los que jóvenes han incurrido en estos lamentables episodios y en otros hechos conocidos en años anteriores, no “debemos generalizarlos porque son casos específicos que, si bien no son aislados, hay que ir al meollo del asunto e investigarlo”.
Sin embargo, destacó que hay síntomas que no se pueden negar y que corresponde “atender urgentemente”. Recordó que en el caso de la alcaldesa del municipio Jesús María Semprún, Keyrineth Fernández, no solo fue ella, también había vinculación con diputados y diputadas. En ese sentido, opinó que “es importante que concentremos nuestros esfuerzos para aclarar estos asuntos y evitar la generalización”.
Ortiz refirió, que ha compartido en comunidades del interior del país, en colectividades “más profundas de lo que uno puede ver en la capital, muchachos muy jóvenes y la gran mayoría hace vida en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), están politizados y están conscientes de que su rol es vital”.
Tras ser consultada sobre qué está pasando, por qué la manifestación de corrupción y de acciones delictivas también se presenta en el sector opositor muy joven, acotó que se deben puntualizar “unas diferencias entre las concepciones que se tiene de la juventud y eso es transversal. Eso no es necesariamente del lado del chavismo y los que estamos defendiendo la revolución. Eso es para la juventud venezolana en general”.
Señaló que existe una gran diferencia entre ejercer política y ejercer poder.
“Especificaba que hay una diferencia enorme allí, en buena parte la ética es la que mide cómo se opera al respecto, porque hay personas, sobre todo la juventud que aprendió a ejercer poder sin hacer política y gente en el resto del país, en distintos espacios, niveles, que hacen política sin tener necesariamente poder y allí cabe la pregunta ¿quiénes hacen las dos cosas y qué es hacer política?”, preguntó la comunicadora.
En este orden de ideas, comentó que hay personas que hacen política sin contar con poder político, es decir, institucional.
Para Ortiz tanto en términos de partido como de comunidad prevalece una carencia significativa del fortalecimiento del proceso combativo.
“Una deuda de todos, no solo los partidos, desde todas las figuras del poder popular existente, hay una tarea importantísima que se ha perdido del foco central en función de las coyunturas, las demandas inmediatas que estamos atendiendo de todo tipo, entre estos, el contexto electoral, el asedio permanente que nos aparta un poco de lo que es el centro o el fondo, que es lo que se está haciendo a fin de cuentas”, dijo.
Opinó que es indispensable dimensionar porque “hacer política no es solo hacer gestión (…) hacer política pasa por hacer cosas intangibles que la gente ve, siente, quiere sentir para seguir creyendo”, declaró.
A su juicio, “hay un filtro cultural” en el tratamiento que han mostrado sobre el asunto de la corrupción dentro de la revolución en los medios públicos.
“Nosotros estamos en una sociedad que en buena parte, desgraciadamente, es una sociedad cómplice en muchos aspectos, hay muchas personas que están en contra de la corrupción y señalan puntualmente a funcionarios por prácticas específicas, pero también son parte de pagar extras trámites más rápido y eso también hay que cuestionarlo”, acotó.
La joven venezolana recordó que en el caso de corrupción de Pdvsa Gas Comunal que se dio a conocer el año pasado se aplicó una ofensiva, pero luego disminuyó. Por lo tanto, manifestó que el poder popular tiene que acompañar toda esta ofensiva que se está desplegando en la actualidad para que no se disipe en el tiempo.
“Se necesita profundizar en que todos somos corresponsables”, expresó.
Detalló que el asunto de las mafias y la corrupción no es precisamente un tema que tenga que ver fundamentalmente con el género, ideología de clases, porque está claro que hay corruptos mujeres, hombres, ricos, pobres, de derecha e izquierda.
Reflexionó y preguntó: “¿Quién es la cara de la revolución, la cara inmediata. No es la dirección nacional, no es Nicolás, que es presidente de la República. Es la gente que va representado en local. La cara más cercana pudiera ser un alcalde, una alcaldesa, la jefa de la comunidad, de calle y, según el comportamiento de estos, prela su cultura, valores, la formación que tienen, entre otros. El punto ahora es celebrar que están allí sin contemplaciones, condenando y rechazando este tipo de acciones (…) No es cuestión nada más de discurso, que la gente lo perciba y sienta. No permitirnos los pañitos de agua tibia, potes de humo, con resultados de fondo que se profundice y se investigue”, concluyó.
(LaIguana.TV)