Un niño venezolano, de apenas un año, fue asesinado por la guardia costera de Trinidad y Tobago que disparó a la embarcación en la que se trasladaba a dicho país junto a su mamá y otras personas.
A través de un comunicado, la institución admitió haber «disparado a los motores» del barco. No obstante, indicó que los guardacostas actuaron -supuestamente- en «defensa propia» porque las personas que se trasladaban en dicha embarcación habrían intentado embestirlos.
“Otros controles detectaron a una mujer migrante ilegal que sostenía a un niño e indicaba que estaba sangrando. La embarcación fue llevada junto a la embarcación de las autoridades y la mujer herida fue estabilizada y llevada a un centro de salud local. Lamentablemente, el niño no respondía”, señala el texto.
De acuerdo a reportes de medios internacionales, la madre del niño resultó herida de bala entre el pecho y la clavícula. Trascendió que se encuentra estable.
(LaIguana.TV)