Este martes el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela destinó esta nueva edición de su programa Desde Donde Sea a profundizar la crisis entre Rusia y Occidente, en la cual Ucrania solamente es un pretexto.
En ese orden avanzó que en las últimas jornadas se han concretado algunas de las hipótesis que antes formuló, entre las que se cuentan el incremento de las provocaciones, con incursiones ucranianas comprobadas al territorio ruso, al «genocidio silencioso» que se sucede en el Donbás, que derivó en el reconocimiento del Kremlin a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El problema, destacó, es que «se está jugando con fuego», pues ya no se trata de una aventura de la OTAN en un país como Afganistán o Irak, sino contra Rusia, un país que posee un poder de fuego nuclear.
Entrando en materia, refirió que las tensiones siguen escalando en Ucrania y aunque no se ha producido la tan anunciada invasión rusa, este lunes, el presidente Vladimir Putin, reconoció las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, asentadas en la zona del Donbás, al este de Ucrania y fronterizas con Rusia.
Pérez Pirela detalló que el mandatario anunció esta decisión tras una extensa reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia en el que participaron altos mandos de la nación, incluyendo al canciller Serguéi Lavrov, al ministro de Defensa Serguéi Shoigú y al expresidente Dmitri Medvedev.
De otra parte, indicó que medios internacionales y agencias de noticias refirieron que antes de hacer público su dictamen, Putin lo comunicó al presidente francés, Emmanuel Macron, y al canciller alemán, Olaf Scholz.
A modo de contexto, recordó que la semana previa, la Duma (Cámara Baja del Parlamento) solicitó al presidente el reconocimiento de las repúblicas del Donbás, si bien en esa ocasión el Kremlin respondió que era un asunto interno de Ucrania y que una resolución así estaba fuera de los Acuerdos de Minsk.
«Putin lo dijo claramente: estuvimos esperando hasta último momento para reconocer estas repúblicas autoproclamadas, pero Ucrania no tenía la menor intención de cumplir con esos acuerdos», subrayó el también director de LaIguana.TV
Sin embargo, explicó, la violencia escaló rápidamente y los líderes de esos enclaves pidieron a Putin el reconocimiento de su estatus, así como la firma de tratados de amistad y cooperación, tras emitir una orden de evacuación de civiles por causa de la intensificación de los bombardeos en la región, un hecho reconocido incluso por fuentes europeas.
Del mismo modo, rememoró que Putin giró instrucciones a su ministro de Emergencias para que acondicionara refugios temporales en la provincia de Rostov, cerca de la frontera ucraniana, para acoger principalmente a mujeres, niños y personas de la tercera edad.
«En esta provincia de Rostov es que se dieron escarceos y provocaciones por parte de Ucrania en los últimos días, que fueron repelidos por Rusia», añadió.
Además, apuntó que las autoridades milicianas, que controlan de facto esos territorios desde hace casi ocho años, exigieron a los hombres jóvenes permanecer en el Donbás para hacer frente a la escalada del ejército ucraniano.
Regresando a la intervención de Putin –que se extendió por más de una hora–, puntualizó que el mandatario recorrió la historia reciente de Ucrania, con particular énfasis en lo sucedido tras la caída de la Unión Soviética, donde, a su juicio, convergieron todas las condiciones para el ascenso del nacionalismo ucraniano.
Acotó además que el líder ruso aseguró que, según informes oficiales, «es cuestión de tiempo antes de que Ucrania se sume a la OTAN» e incluso refirió que «el sistema de mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania ya está integrado en la OTAN».
En concreto, Putin aludió a la ayuda técnico-militar que la Alianza Atlántica ha proporcionado a Ucrania desde 2014 y a la dirección de las actividades castrenses por parte de «asesores extranjeros», precisó el analista.
Otro aspecto polémico al que se refirió el presidente ruso y que el analista recuperó el comunicador en su disertación, fueron los planes de Ucrania para crear un arsenal nuclear, como consta en declaraciones formuladas por su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, el pasado fin de semana.
Sobre este punto, el especialista destacó que, según Vladimir Putin, no se trata de «palabras vacías» sino de una amenaza real frente a la cual Rusia no podía «no reaccionar». En su decir, «para Kiev será más fácil construir armas nucleares que para otros países, sobre todo con el apoyo tecnológico del exterior», a lo que añadió la ventaja comparativa que representa la infraestructura heredada de los tiempos soviéticos.
Como cabía esperar en estas circunstancias, el presidente de la Federación Rusa no desaprovechó la ocasión para referirse a la falta de compromiso de la OTAN para suscribir un acuerdo sobre la seguridad en Europa y sobre su política de «puertas abiertas» para el ingreso de nuevos socios.
Asimismo, comentó que Putin aseguró que, sobre la base de la cuestión ucraniana, Occidente chantajea a Rusia con sanciones bajo diversos pretextos reales o inventados, todo con el interés de «limitar el desarrollo» de esa nación.
«La trampa es parar el crecimiento sostenido, económico, militar, comercial de países como Rusia o China. Ahí está el meollo de la cuestión», enfatizó el filósofo venezolano.
De otro lado, mencionó que la máxima autoridad rusa argumentó que, si Ucrania se uniera a la Alianza Atlántica, eso representaría una amenaza directa para su país, en virtud de lo contemplado en el artículo 5 del Tratado de Washington.
Pérez Pirela refirió que Putin, citando documentos estratégicos, sostuvo que ya se están consolidando puntos de ataque preventivo contra Rusia –que tendrían como plataforma a Ucrania– y fundamentó su afirmación en la gran cantidad de aeródromos desplegados cerca de la frontera rusoucraniana.
Aseveró también que, en decir del presidente ruso, si tal escenario se concretara, la aviación de la OTAN podría controlar «todo el territorio ruso hasta los Urales», pues dispondría de las herramientas de reconocimiento para hacerlo, ello sin contar con que los misiles de largo y corto alcance de la OTAN estarían a pocos minutos de Moscú.
En la misma línea de argumentación –y para remachar la injerencia occidental en asuntos internos de Ucrania– enfatizó en el hecho de que, en su discurso, Vladimir Putin sostuvo que en ese país está instalado un gobierno títere, controlado enteramente desde el extranjero.
Para fundamentar sus dichos, indicó, para el líder eslavo las decisiones de Kiev en los últimos años se han traducido en una «completa pérdida de su soberanía», lo que se imbrica con una agenda de «desrusificación y asimilación obligatoria» en un segmento de la población de Ucrania.
El mandatario también reiteró sus acusaciones de genocidio en contra de la población rusoparlante y señaló a Occidente por mirar a otro lado, mientras unos «cuatro millones de personas» padecen los embates del gobierno de Kiev.
«El llamado mundo civilizado, del cual los colegas occidentales se autodenominan únicos representantes, prefiere no darse cuenta [de la situación en Donbass], como si no existiera todo este horror y el genocidio, al que están sometidos cuatro millones de personas», citó Pérez Pirela un extracto del discurso del mandatario ruso.
Puntualizó también que, aunque no descartó continuar con la vía diplomática, en la reunión con el Consejo Nacional de Seguridad, el líder ruso reiteró que su par ucraniano no tiene ninguna intención de cumplir con los Acuerdos de Minsk, con los que se pretendió poner fin al conflicto armado y que implicaba el alto al fuego, así como reformas profundas para otorgar mayor autonomía al Donbás.
Más todavía, destacó: Putin acusó al gobierno de Volodímir Zelenski de adelantar «operaciones punitivas» en el este del país para exacerbar las tensiones y resolver militarmente el conflicto.
El anuncio fue seguido por la firma de tratados de cooperación y asistencia mutua con los líderes de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, Denís Pushilin y Leonid Pásechnik, quienes se encontraban en el Kremlin.
Con respecto a los puntos esenciales de los Tratados de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua entre Rusia y las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, Pérez Pirela refirió que entre estos figuran:
–Cooperación estrecha en política exterior, particularmente en lo tocante a «la defensa de la soberanía, la integridad territorial y la seguridad».
– Tomar «todas las medidas disponibles para eliminar toda amenaza a la paz, así como para contrarrestar los actos de agresión por parte de cualquier Estado o grupo de Estados y brindarse mutuamente la asistencia necesaria, incluida la militar».
–El derecho de «construcción, uso y mejoramiento de la infraestructura militar, incluyendo bases militares, en su territorio», así como protección conjunta de las fronteras de ambas repúblicas.
En otro ángulo de la situación, señaló que casi de inmediato comenzaron a circular en las redes sociales muestras de júbilo en Donetsk y Lugansk, por el reconocimiento de Rusia a su independencia y soberanía de Ucrania.
Putin ordenó a las Fuerzas Armadas de su país garantizar el mantenimiento de la paz en las recién nacidas repúblicas del Donbás; es decir, que ya la OTAN no tienen frente a sí a civiles desarmados y a repúblicas autoproclamadas, sino al ejército ruso, interpretó el especialista.
Seguidamente, se permitió citar una parte del decreto de reconocimiento, que alude al envío de tropas al Donbás: «En relación con el llamamiento del líder de la república popular de Donetsk, [ordeno] al Ministerio de Defensa ruso que garantice hasta la firma del acuerdo [de amistad, cooperación y asistencia mutua] que las Fuerzas Armadas rusas realicen funciones de mantenimiento de la paz en el territorio de la república popular de Donetsk».
Además, puntualizó que si bien desde medios occidentales se asegura que ya hay militares rusos en suelo considerado por esos países como ucraniano, este martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa descartó –por ahora– el establecimiento de bases rusas en el Donbás.
Más precisamente, explicó, el vicecanciller ruso Andréi Rudenko declaró a medios rusos que, de momento, Rusia no estudia la posibilidad de instalar bases militares en las recién reconocidas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Adicionalmente se permitió citar al canciller ruso, Serguéi Lavrov quien recordó que «se han firmado los tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua entre Rusia y estos nuevos Estados, la seguridad de los cuales nos comprometemos a garantizar».
En ese orden, enfatizó que el presidente Vladimir Putin pidió autorización al Consejo de la Federación (Senado) para desplegar tropas en el extranjero, al tiempo que se informó que la Duma –Cámara Baja del Parlamento– ratificó por unanimidad el reconocimiento de la independencia y la soberanía de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, decisión que fue refrendada por el Consejo de la Federación (Senado).
Para aportar detalles sobre este último punto, relató que en reunión sostenida este martes, el Consejo de la Federación (Senado) de Rusia ratificó por unanimidad –155 votos– los tratados de amistad y cooperación con las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, que establecen una renovación automática en cinco años.
Poco después de conocerse esta decisión, agregó, Putin anunció que enviará tropas a las repúblicas de Donetsk y Lugansk para restablecer la paz, de conformidad con lo establecido en los tratados de cooperación y amistad suscritos ayer.
En relación con las fronteras de las nacientes repúblicas, comentó que Rusia reconoce como límites los que tenían esas provincias –Donetsk y Lugansk– cuando formaban parte de Ucrania, aunque el presidente ruso admitió que aspiraba que estos asuntos «polémicos» se resolvieran en las negociaciones entre Kiev y las autoridades del Donbás.
A su juicio, el anuncio más fundamental de todos cuantos hizo Putin este martes, es que, en vista de la negativa de Kiev a cumplir con los Acuerdos de Minsk, su administración los había dado por concluidos al reconocer a los nuevos Estados.
Para cerrar la descripción de esta situación desde la perspectiva de Moscú, refirió que el presidente de la Federación Rusa descartó que Rusia pretenda usar la crisis ucraniana para tratar de restaurar el imperio ruso o la Unión Soviética, como se ha insinuado desde Occidente.
¿Vendrán más sanciones o estallará la guerra? Las reacciones
Desde el otro lado del tablero, Miguel Ángel Pérez Pirela refirió que las reacciones a la decisión del Kremlin no se hicieron esperar y se inscriben dentro de lo ya anunciado en el caso de que Rusia invadiera a Ucrania, aunque esto no haya ocurrido: respuestas como bloque unificado, amén de acusaciones por presuntas violaciones al derecho internacional.
Dicho esto, procedió a relatar pormenorizadamente las posiciones de los países occidentales
a) Ucrania
Al momento del anuncio ruso, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski estaba reunido con los miembros del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad. De acuerdo con información recogida por medios internacionales, su gobierno aseguró que Donetsk y Lugansk siguen siendo parte de su territorio.
Oleski Danílov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, destacó ante los medios que pese al reconocimiento de Moscú a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, Kiev seguirá cumpliendo con «sus obligaciones» con «todos los habitantes» del Donbás.
«Me imagino que ‘sus obligaciones’ son bombardear a la población civil del Donbás», añadió el especialista.
Pérez Pirela reseñó que el mandatario ucraniano sostuvo una reunión telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se extendió por 35 minutos, según reseñaron agencias internacionales.
Apuntó, asimismo, que posteriormente, el mandatario mencionó en Twitter que discutió «la situación actual» con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson y anunció sostendrá reuniones con Charles Michel, presidente del Consejo de Europa y con el presidente de Turquía, Recep Tayipp Erdoğan.
Entrando en detalles, aseveró que, en un mensaje a la nación, Zelenski aseguró que se mantendrían dentro del camino diplomático. Dijo, además: «Estamos en nuestra tierra. No le tenemos miedo a nada ni a nadie. No le debemos nada a nadie. Y no le vamos a dar nada a nadie. Estamos seguros de ello».
Continuando con los decires de Zelenki, puntualizó que al menos de momento, «no hay razones para acciones caóticas» y se comprometió a informar de inmediato a los ucranianos si se produjera «un cambio en la situación y un aumento en los riesgos».
A esto añadió que este martes, Zelenski declaró que estudiaba la propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país de romper las relaciones diplomáticas con Moscú, una postura que no es compartida desde el Kremlin.
Según lo expresado por el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Andréi Rudenko y recuperado por el comunicador en sus reflexiones, en el Kremlin no están «valorando esa decisión» y subrayó que eso «no corresponde» a su elección.
En la misma línea destacó que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia se mantiene abierta a contactos diplomáticos con Ucrania y valoró negativamente la suspensión de relaciones adelantada por Kiev.
«La ruptura de relaciones diplomáticas sería un escenario muy indeseable que haría todo aún más difícil, no solo para los Estados, sino también para los pueblos de los dos países», dijo Peskov a la prensa.
b) Unión Europea
A continuación, se refirió a las declaraciones proferidas por el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Joseph Borrell, quien rechazó el anuncio y lo calificó como una «flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los Acuerdos de Minsk».
Además, precisó que Borrell ratificó que «la UE y sus socios reaccionarán con unidad, firmeza y determinación en solidaridad con Ucrania.
Acotó que más temprano, a propósito de la Consejo de Seguridad de Rusia, el alto funcionario avanzó que el bloque impondría sanciones si Rusia se anexionaba las repúblicas de Donetsk y Lugansk, y que las pondría «sobre la mesa» en el caso de que hubiera reconocimiento de independencia, al tiempo que acusó a Putin de causar la mayor amenaza para Europa desde la II Guerra Mundial y señaló a Bielorrusia de «dejarse arrastrar» al conflicto.
«No tengo la menor duda de que Borrell y la Unión Europea están frotándose las manos ante este escenario bélico; una vez más Estados Unidos pone a pelear a Europa bien lejos de sus fronteras», reflexionó el especialista.
En adición, mencionó que Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también condenó el hecho y señaló que «el reconocimiento de los dos territorios separatistas en Ucrania es una flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los acuerdos de Minsk».
Tal y como ya había expresado Borrell, destacó el experto, esta funcionaria advirtió que Bruselas y sus socios reaccionarán «con unidad, firmeza y con determinación, en solidaridad con Ucrania».
En cumplimiento con lo prometido, el también director de LaIguana.TV subrayó que, en esta jornada, el jefe de la política exterior de la Unión Europea anunció nuevas sanciones contra 27 entidades y personalidades rusas pertenecientes a la política, los medios, el estamento militar y el ámbito empresarial, bajo la acusación de «socavar la integridad, soberanía e independencia» de Ucrania.
En decir de Borrell con estas acciones –que fueron tomadas «en estrecha coordinación» con sus «socios y aliados»– se pretende afectar «las relaciones económicas entre las dos regiones separatistas y la Unión Europea», así como «la capacidad del Estado ruso para acceder a los mercados financieros y de capital de la UE».
c) OTAN
A continuación, Pérez Pirela rescató que Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, rechazó a través de un mensaje en Twitter el reconocimiento de Rusia a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Según Stoltenberg, citó, «esto erosiona los esfuerzos para resolver los conflictos y viola los Acuerdos de Minsk». El funcionario dijo, asimismo, que «la OTAN apoya la soberanía e integridad territorial de Ucrania» y urgió a Moscú a «que deje de alimentar el conflicto y elija la diplomacia».
d) Estados Unidos
A estas voces el analista sumó la de Washington, pues en un comunicado difundido en el sitio oficial de la Casa Blanca firmado por la secretaria de prensa, Jen Psaki, se precisa que el «presidente Biden próximamente firmará una Orden Ejecutiva con la que se prohibirán «nuevas inversiones, comercio y financiamiento por parte de estadounidenses hacia, desde o en» la zona del Donbás.
En el texto se lee que «para ser claros: estas medidas son independientes y se sumarían a las medidas económicas rápidas y severas que hemos estado preparando en coordinación con los Aliados y socios en caso de que Rusia invada Ucrania», indicó.
Además, Psaki, sostuvo que la administración Biden continuaría «consultando» con sus «aliados y socios, incluyendo Ucrania, «sobre los próximos pasos y sobre la escalada en curso de Rusia a lo largo de la frontera con Ucrania», aunque luego se informó que Estados Unidos no enviará tropas a ese país.
Además de las sanciones, cuyos detalles ofrecerán el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, la funcionaria comunicó que se anunciarían «medidas adicionales» por «la flagrante violación de los compromisos internacionales» que cometiera Rusia hoy, refirió el experto.
Continuó su relato señalando que el secretario de Estado, Antony Blinken, ratificó lo dicho por La Casa Blanca y aseveró que el reconocimiento de Rusia a las repúblicas del Donbás requería «una respuesta rápida y firme», a lo que agregó que su gobierno tomaría «medidas apropiadas en coordinación con los socios».
En actualización de la situación, refirió que la mañana de este martes, el Departamento de Estado informó en un comunicado que Blinken había conversado telefónicamente con el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba y anunció que Kuleba acudirá mañana a la capital estadounidense para una reunión en persona.
En la tarde, continuó, el presidente Joe Biden aseguró que Rusia, al reconocer a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, violentó la soberanía de Ucrania y supuestamente ya inició la invasión militar a su vecino.
Biden anunció «el primer paquete de sanciones» contra la nación eslava, que incluyen a dos bancos rusos, así como la imposición de límites para que Moscú pueda acceder a recursos financieros –particularmente en lo tocante al manejo de la deuda–, así como a presuntas «élites rusas y sus parientes».
En lo que a su juicio es «el meollo» de las acciones de Washington, destacó que la Casa Blanca también reconoció que había «trabajado con Alemania para asegurarse» de que el gasoducto Nord Stream 2 «no avanzará».
En el mismo orden, indicó que el mandatario amenazó al Kremlin con «reforzar» la presencia militar estadounidense en Estonia, Letonia y Lituania, si Rusia no retiraba sus tropas de Bielorrusia, al tiempo que denunció que continuaba el despliegue de fuerzas militares rusas y suministros en todas sus fronteras con Occidente.
Con el presunto argumento del deterioro de la situación en el Donbás por causa del gobierno ruso, Joe Biden reiteró que Estados Unidos y sus aliados continuarán respaldando a Ucrania económica y militarmente, destacó. Sin embargo, apuntó que, pese al tono agresivo, el presidente de Estados Unidos no descartó los contactos diplomáticos con Moscú y aseguró que su administración estaba comprometida seriamente con las conversaciones.
e) Reino Unido
Otra reacción que mereció la atención de Pérez Pirela fue la del Reino Unido. Específicamente, refirió que, en Londres, la secretaria de Asuntos Extranjeros del Reino Unido, Liz Truss, publicó un comunicado en el que se lee que «el reconocimiento del presidente Putin a la ‘República Popular de Donetsk’ y a la ‘República Popular de Donbás’ como estados independientes, muestra un desprecio flagrante por los compromisos de Rusia en virtud de los Acuerdos de Minsk».
En el documento consultado por el comunicador, Truss agregó que «este paso representa un nuevo ataque a la soberanía y a la integridad territorial de Ucrania y marca un final al proceso de Minsk y es una violación a la Carta de las Naciones Unidas».
Adicionalmente –y en consonancia con lo expresado por otras potencias occidentales–, subrayó que el Reino Unido adelantó que respondería de manera «coordinada» con sus aliados y afirmó que no permitiría que «esta violación de Rusia a los acuerdos internacionales quede impune».
Seguidamente, puntualizó que este martes, el primer ministro, Boris Johnson, expresó en un comunicado que «toda la evidencia muestra que el presidente Vladimir Putin está empeñado en una invasión a gran escala de Ucrania, un país europeo independiente y soberano. Es claro que esto sería catastrófico».
En el texto citado por el comunicador también se advierte que, si Putin continúa con esta tentativa tachada de expansionista, «es claro que esa conquista no debería tener éxito y Putin debería fallar».
Asimismo, siguiendo la línea estadounidense –un aspecto que, para el especialista venezolano, no puede dejarse de lado–, Johnson informó que el gobierno había impuesto sanciones sobre cinco bancos rusos y a tres individuos «de muy alto patrimonio neto», que supuestamente revisten de «importancia estratégica para el Kremlin».
En este último caso se anunció la congelación de todos los activos que estas personas poseen en ese país, la prohibición explícita de visitar su territorio y la sanción a todos los individuos o entidades locales que hagan negocios con ellos, detalló el experto.
f) Francia y Alemania
Francia y Alemania, que a juicio de Miguel Ángel Pérez Pirela son el motor de la Unión Europea, también se pronunciaron por el reconocimiento del gobierno ruso a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Así, relató, desde Francia, el presidente Emmanuel Macron –quien estuvo muy activo los días previos como mediador entre Putin y la Unión Europea– demandó la imposición de sanciones contra Rusia y solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir el caso de Ucrania.
Asimismo, mencionó que entretanto desde Berlín se comunicó que Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente estadounidense, Joe Biden, acordaron que garantizarían que el reconocimiento de las repúblicas del Donbás «no quedará sin respuesta».
Pérez Pirela recordó que más temprano, Scholz se había sumado al coro de condenas contra Rusia y destacó que la actuación del presidente Vladimir Putin contradice lo estipulado en los Acuerdos de Minsk y en la presente jornada, el canciller anunció la suspensión de la certificación del gasoducto Nord Stream 2, decisión que fue celebrada desde Washington, de acuerdo con lo recogido por medios y agencias internacionales.
g) Consejo de Seguridad de la ONU
La noche de este lunes y a solicitud de París y Kiev, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió con carácter de urgencia para discutir la situación actual en Ucrania, tras el reconocimiento de la independencia y autonomía de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia, indicó el analista.
Comenzando con las reacciones, indicó que Rosmary Dicarlo, secretaria general adjunta de la ONU, manifestó su preocupación por la escalada de violencia en el Donbás que ya ha dejado víctimas fatales y aludió a las miles violaciones al alto al fuego registradas en los últimos días, que han sido computadas por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Por su lado, el embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, acusó al gobierno ucraniano de ignorar las demandas de los ciudadanos del Donbás, considerando que Lugansk y Donetsk se autoproclamaron independientes en 2014, a lo que el filósofo agregó que el diplomático justificó la decisión de su país con el argumento de que Moscú había esperado hasta el último momento para reconocer a las repúblicas y que solamente actuó en razón del incremento de los bombardeos en la zona.
Y si bien el representante ruso también sindicó a Kiev de negarse a cumplir con los Acuerdos de Minsk bajo la influencia «nefasta» de Occidente, que ha dirigido sus acusaciones contra Rusia, a pesar de que ese país no forma parte del pacto, el embajador ucraniano, Serguéi Kislitsa, replicó a estos dichos, señalando al gobierno del presidente Vladimir Putin de proferir amenazas y de usar la fuerza contra Ucrania y demandó a Moscú que cancele inmediatamente el reconocimiento de las repúblicas, a las que sigue considerando parte de su territorio, sintetizó el analista.
Desde el asiento de Estados Unidos –a su parecer, voz cantante en los reclamos contra Moscú– se aseguró que, con este acto de provocación, Putin pretendía justificar una invasión a Ucrania y tildó de «disparate» el despliegue de fuerzas de paz rusas en el Donbás y la embajadora Linda Thomas-Greenfield ratificó su respaldo al gobierno de Zelenski, así como a la integridad territorial y a la soberanía de Ucrania.
h) China
Para cerrar las reacciones diplomáticas, Pérez Pirela aludió a las declaraciones que ofreciera el representante permanente de China en la ONU, Zhang Jun, quien resaltó que, en este momento, lo más importante es que todas las partes implicadas en este conflicto se mantengan en el terreno del diálogo.
A esto agregó que la mañana de este martes –hora local– se divulgó que el consejero de Estado y ministro de Relaciones exteriores del gigante asiático, Wang Yi, expresó a su par estadounidense, Antony Blinken, su preocupación por la situación en Ucrania, pero resaltó que la posición de Beijing sobre este tema es consistente.
En todo caso, remató, Wang sostuvo que es necesario que se respeten las preocupaciones legítimas de seguridad de cada país, sin que ello contravenga los propósitos y principios de la Carta de la ONU.
En el criterio de China, el decurso de los acontecimientos en Ucrania está relacionado con las demoras en la aplicación de los Acuerdos de Minsk, de manera tal que el gobierno de Xi Jinping mantendrá el contacto con todas las partes implicadas para apuntalar en el cumplimiento de lo pactado, analizó el comunicador.
Para afirmar su posición, destacó que «China pide una vez más a todas las partes que actúen con moderación, reconozcan la importancia de aplicar el principio de seguridad indivisible, suavicen la situación y resuelvan las diferencias mediante el diálogo y la negociación», según expresara el alto funcionario.
i) Repercusiones en los mercados
Por último, el también director de LaIguana.TV comentó la incidencia del anuncio del presidente Vladimir Putin sobre la economía, pues tras hacerse público su reconocimiento a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, se sucedió un desplome en cadena de las bolsas europeas a propósito de la incertidumbre asociada a la crisis en Ucrania.
Citando reseñas de medios especializados, precisó que las bolsas más importantes del continente europeo se desplomaron este lunes entre el 1 y el 2 %, dada la incertidumbre que se cierne sobre el encuentro entre los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden, luego de que el primero reconociera a las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
«El Euro Stoxx 50 cayó 2,17 %; Fráncfort retrocedió 2,07 %; París 2,04 %; Milán el 1,72 %, Madrid 1,18 % y Londres 0,39 %, pese a que comenzaron la jornada en alza, incluso a pesar del desplome de Wall Street el pasado viernes, cuando el Dow Jones perdió 0,68 %, el S&P 500 0,72 % y el Nasdaq 1,23 %», detalló.
A modo de cierre, indicó que este martes, el petróleo Brent del mar del Norte, el más caro de todos los que se cotizan, superó la barrera de los 98 dólares, el mayor precio computado desde septiembre de 2014 y según la agencia Reuters, la tendencia alcista inició el lunes por la escalada de tensión entre Rusia y Occidente en torno a Ucrania.
(LaIguana.TV)