Luego de que el presidente ruso Vladimir Putin reconociera este lunes 21 de febrero la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, la final de la Champions League de fútbol en la ciudad de San Petersburgo, a celebrarse el venidero 28 de mayo, podría quedar suspendida.
Este mismo miércoles 23 de febrero la Union of European Football Associations (UEFA) y la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) manifestaron a medios internacionales estar “supervisando la situación” debido a la crisis política suscitada entre Rusia y Ucrania.
“La UEFA está monitoreando constantemente la situación. Cualquier decisión se tomará cuando sea debido si es necesario”, manifestó el organizador de la Champions League mediante un comunicado.
Según ambas asociaciones, este conflicto “amenaza con afectar los partidos de fútbol europeos e internacionales que se celebrarán en estos dos países”. La UEFA incluso estaría considerando un posible cambio de sede.
Los llamados para sacar a Rusia de la final de la Champions League están encabezados por el gobierno británico, ello como castigo por presuntamente haber “intervenido” en la situación política de Ucrania. El primer ministro Boris Johnson, en este sentido, destacó su preocupación por la realización de la final en San Petersburgo.
La final, por cierto, se celebrará en la Gazprom Arena de San Petersburgo. El estadio, cabe destacar, lleva el nombre de la empresa gasística rusa que ha patrocinado el torneo por 10 años.
“Es una situación muy delicada que puede cambiar a cada hora y desde luego que estamos muy pendientes», indicó el miembro alemán del Comité Ejecutivo de la Uefa, Rainer Koch, al canal ARD.
(LaIguana.TV)
