Este miércoles 22 de junio, el comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela presentó a la audiencia de Desde Donde Sea un recuento de las protestas antigubernales que sacuden a Ecuador desde hace diez días, pues en el país andino se están violando los derechos humanos de indígenas y movimientos sociales.
En particular, enfatizó que la Cofederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que hoy padece la represión del gobierno de Guillermo Lasso, fue una opositora a ultranza –y en ciertos casos, con dinero estadounidense– y se convirtió en una piedra de tranca para los proyectos de gobiernos que adelantaba el gobierno del expresidente Rafael Correa.
Entrando en materia, Pérez Pirela indicó que la negativa del gobierno a escuchar las demandas del pueblo ecuatoriano, derivó en un paro nacional convocado por la Conaie –al que se han sumado maestros, estudiantes y otros sectores sociales– que este miércoles arribó a su décima jornada.
Precisó, asimismo, que desde el Palacio de Carondelet, sede del gobierno central, se han reprimido fuertemente las manifestaciones, se decretó un estado de excepción que alcanza seis de las 24 provincias, al tiempo que se ha acusado sin pruebas a los manifestantes de estar financiados por grupos del narcotráfico y de pretender deponer al gobierno.
Para finalizar el contexto general, destacó que organizaciones de derechos humanos denuncian que en las protestas, la Policía Nacional y el Ejército han atacado a los manifestantes, dejando un saldo de decenas de heridos y dos fallecidos.
La lección no aprendida: los gobiernos neoliberales no otorgan beneficios sociales
«La situación está que arde, la situación está muy delicada en Ecuador», expresó, antes de referir que en un informe publicado este martes por la cadena teleSUR, se precisa que numerosos videos que circulan a través de las redes sociales dan cuenta del proceder de los cuerpos de seguridad para contener las movilizaciones masivas, que iniciaron el pasado 13 de junio y que paulatinamente se han extendido por el territorio ecuatoriano.
El especialista acotó que no se trata de un evento sobrevenido ni de una decisión de último minuto. Conaie sostiene que durante más de un año intentó dialogar con el gobierno de Lasso en Quito a partir de un pliego de conflictos, sin recibir respuesta alguna.
De acuerdo con la información disponible en su página oficial, la confederación indígena demanda: Reducción y congelación de los precios del combustible, impuestos a grupos de poder económico, alivio económico para más de cuatro millones de familias; fijación de precios justos a productos agrícola, más empleos y cumplimiento de los derechos laborales; freno a la privatización de empresas estratégicas, control de precios en los productos de primera necesidad, incremento de la inversión pública en salud y educación, con énfasis en las zonas rurales; transporte comunitario para las zonas rurales, cese de la explotación minera y petrolera en territorios ancestrales y zonas de recarga hídrica y, rechazo a la aplicación de recetas neoliberales emanadas del Fondo Monetario Internacional.
«Si se vota por Lasso, si se vota por un empresario, a imagen y semejanza de Macri, a imagen y semejanza de Berlusconi en Italia. ¿Qué esperaban? ¿Reivindicaciones sociales?. Lasso llegó al poder por el anticorreísmo, las derechas se montan con el miedo del supuesto comunismo», criticó.
El gobierno neoliberal de Lasso es muy peligroso, puede hacer lo que le dé la gana y ningún medio occidental va a decir absolutamente nada, alerto, antes de puntualizar que de su lado, el gobierno ecuatoriano desde el primer día advirtió a los manifestantes que reprimiría cualquier intento que considerara violatorio de «los derechos» que actuaría contra quienes quebrantaran la ley.
Esto puso sobre la mesa la actuación del Estado ecuatoriano en las protestas de octubre de 2019, donde según informes oficiales, se cometieron delitos de lesa humanidad.
En esa línea, comentó que el analista y profesor universitario Fernando Casado considera que estas multitudinarias protestas del paro nacional indefinido convocado por la Conaie, son una continuación del estallido social de 2019, que frenaron tanto la represión como la pandemia.
En entrevista con el periodista Clodovaldo Hernández para LaIguana.TV, Casado destacó que además de protestar por las promesas incumplidas por el Ejecutivo y el deterioro de las condiciones de vida, los ecuatorianos se han volcado a las calles por el incremento exponencial de la violencia asociada al narcotráfico en los últimos años, detalló.
El comunicador agregó que imperaba tener presente la historia reciente de los conflictos en la porosa frontera colomboecuatoriana, particularmente desde los tiempos de Juan Manuel Santos, cuando era parte del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, pues en su opinión, ahora Lasso está actuando de la misma manera.
Continuando con Casado, apuntó que el académico enfatizó que las protestas –y la reacción del gobierno de Lasso frente a ellas– han sido silenciadas por la prensa hegemónica, visto que el mandatario ecuatoriano es considerado un aliado estrecho de Washington en la región.
«Petro llega al poder en Colombia, por lo cual la ascendencia de los Estados Unidos en el gobierno ecuatoriano será todavía más grande», completó
Del mismo modo, subrayó que como bien señalara el académico español en sus reflexiones, cuando se habla de narcotráfico, los gobiernos occidentales inmediatamente dirigen los dardos hacia los gobiernos de izquierda de la región, al punto de desplazar discursivamente a Colombia, que es el «campeón» en la materia y ni siquiera mencionan a Ecuador, aún cuando informes oficiales de las Naciones Unidas reflejan el crecimiento del narcotráfico en la zona.
Una política de Estado apalancada en la violación de DD.HH.
Continuando con su disertación, apuntó que conviene no ignorar que el 1º de mayo, semanas antes del inicio de las más recientes manifestaciones antigubernamentales, Quito anunció la declaratoria de un Estado de excepción, con el argumento de luchar contra la violencia, particularmente la asociada al narcotráfico, pero no solo.
En el último par de años, Ecuador ha protagonizado cruentos motines carcelarios que han dejado una estela de muertos y numerosas dudas acerca del control del Estado sobre la población privada de libertad.
El último de ellos se produjo a inicios del mes de mayo en la cárcel de Santo Domingo, en el centro norte del país. El incidente fue calificado como una masacre perpetrada en el marco de un enfrentamiento entre bandas rivales, en el que se asesinó a 44 reclusos y apenas un mes atrás, el foco estaba en Cuenca, una importante ciudad de la sierra, en cuya cárcel murieron 20 presos y una decena de heridos, cinco de ellos de gravedad, precisó.
Posteriormente, se permitió citar lo expresado por Lasso en Twitter tras el motín-intento de fuga masivo del pasado mayo: «No daremos el brazo a torcer ante las mafias. Nuestro compromiso por recuperar el orden en las cárceles es firme. Una muestra de aquello es el trabajo que lleva a cabo el ministerio del Interior y la Policía con el traslado inmediato de 6 cabecillas de bandas criminales».
El analista enfatizó que tampoco puede obviarse el interés de Lasso en solicitar «apoyo» estadounidense para la lucha contra las drogas e implementar en el país su propio «Plan Colombia», como externara antes de acudir a la IX Cumbre de las Américas que se celebró la segunda semana de junio en Los Ángeles.
No se trata de un dato menor, vistas las implicaciones regionales que tendría el establecimiento de tropas estadounidenses en otro país suramericano, pero aunque no llegara a concretarse, el marco anterior es elocuente, al menos en términos de concluir que Ecuador transita por un camino de creciente criminalización de la protesta ciudadana, aparejado con represión perpetrada ya no por las fuerzas de orden público, sino por el Ejército.
Asimismo, esto también explica el por qué el Ejército ecuatoriano –y el ministerio de Defensa– han asumido un rol protagónico frente a las manifestaciones que, de momento, aunque han derivado en interrupciones de tránsito y confrontaciones menores con la Policía, no parecieran revestir el carácter insurreccional que Guillermo Lasso les atribuye.
En declaraciones ofrecidas el pasado 20 de junio, el gobernante aseguró que sí había escuchado las demandas de la Conaie, tachó a algunos manifestantes de «violentos» y los acusó de pretender «atacar Quito».
«Ven ustedes, en la misma retórica, se presenta como defensor de Quito. (…). Este vocabulario de la guerra coloca al pueblo como enemigo del gobierno y de allí entonces se justifica la entrada del Ejército para repeler, para atacar al pueblo desarmado», interpretó el analista.
En todo caso, pese a este supuesto interés en evitar confrontaciones, el pasado domingo, la Policía Nacional allanó la sede de la Casa de la Cultura en la capital ecuatoriana, con el alegato de que el inmueble se habría estado utilizando para esconder explosivos.
A este respecto relató que en un comunicado difundido por entidad afectada, se precisa que la Fiscalía ecuatoriana ordenó allanar, descerrajar, quebrar puertas y cerraduras, así como aprehender a personas e incautar «indicios» que eventualmente se encuentren en las instalaciones.
Según informes de la prensa local, la base para esta acción habría sido un video que circuló este sábado en las redes sociales en el que se aseveraba que integrantes de la Conaie ingresarían al recinto, con la intención de usarlo como base para las manifestaciones antigubernamentales lideradas por el movimiento indígena.
Fernando Cerrón, presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, manifestó a los medios que las autoridades alegaron haber recibido una denuncia anónima según la cual 30 ciudadanos ecuatorianos y venezolanos –claro está, cómo no iba a entrar Venezuela en todo esto– habría ocultado armas y material explosivo en las instalaciones y frente a esto, enviaron un contingente de 400 policías.
En esfuerzo por hilar cómo se ha ido desarrollando este conflicto, aludió al intento de detener las protestas por medio del encarcelamiento presidente de la Conaie y principal líder del movimiento indígena de Ecuador, Leonidas Iza, en medio de un fuerte operativo militar desarrollado en la provincia de Cotopaxi, al que apostara el gobierno de Guillermo Lasso la madrugada del pasado 14 de junio.
Sin alusiones directas, Lasso justificó esta y otras detenciones, acusando a los manifestantes de perpetrar actos vandálicos contra instalaciones estratégicas, al tiempo que amenazó con judicializar a los que denominó «autores intelectuales y materiales» de estos hechos, palabras que a su juicio corresponden a la «retórica de un gobierno de Lasso».
Empero, este movimiento, que se produjo el mismo día que inició el paro indefinido, no dejó los saldos que el Ejecutivo esperaba, pues la Conaie llamó a radicalizar las acciones y más personas se sumaron a las protestas de calle.
Al día siguiente, una jueza aceptó la imputación de Iza por paralización de servicio público en calidad de autor mediato, pero presionada por la ira popular, otorgó le otorgó una medida de libertad condicional bajo un régimen de presentación dos veces a la semana y la prohibición de salida del país.
No obstante, las autoridades de Quito amenazaron con encarcelar a los manifestantes que obstruyeran el paso o causaran alteraciones al orden público, mientras a la capital ingresaban importantes contingentes de indígenas procedentes del interior del país.
Miniperfil de Leonidas Iza
De cara a familiarizar a la audiencia que no reside en Ecuador con la figura de Leonidas Iza, presentó un miniperfil del dirigente, con base en lo que expresara el intelectual español Fernando Casado en conversación exclusiva para LaIguana.TV, en la que puntualizó que Iza relevó a Yaku Pérez, excandidato presidencial y cabeza del movimiento Pachakutik como líder de las fuerzas indígenas ecuatorianas.
«Este señor fue el que dividió los votos del correísmo o la alternativa progresista y quien facilitó que Lasso ascendiera al poder. Quizá a muchos no les gustan estas posiciones, pero hay que analizar las cosas descarnadamente»,
Iza, como Pérez, ha tenido una relación conflictiva con el correísmo –principal fuerza de izquierda en el Ecuador–, al que acusa de ser «enemigo del pueblo», pero goza de una indudable legitimidad política, lo que le ha valido que el gobierno de Guillermo Lasso lo califique apropiadamente como el cabecilla del paro nacional.
Del mismo modo, Casado destacó que a pesar de la pugna histórica con el correísmo, el movimiento indígena ha establecido algunas alianzas con las fuerzas afines con el expresidente Rafael Correa en la Asamblea Nacional del país, con la que ambos se han erigido en una nueva mayoría capaz de resistir los embates de la agenda neoliberal de Lasso.
«Si la Conaie divide los votos de la izquierda y facilitó el ascenso de Lasso al poder, ¿ahora se alía con el correísmo o con una parte del correísmo para frenar lo que ellos mismos ayudaron a crear?», criticó.
El inquietante balance de violaciones a los derechos humanos en las protestas
Pasando a otro tema todavía más cruento, comentó que en términos de respeto a derechos humanos, el balance de las protestas antigubernamentales en Ecuador, no es alentador, pues la noche de este martes se informó del asesinato de un segundo manifestante, aparentemente tras haber recibido el impacto de una bomba lacrimógena en la cabeza.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) denunció la noche del martes la muerte de Byron Guatatuca, un manifestante indígena, en medio de la represión policial en la ciudad amazónica de Puyo, la capital de la provincia de Pastaza, al oriente del país.
La Confeniae aseguró que la Guatatuca perdió la vida tras haber recibido un disparo a quemarropa y responsabilizó del suceso al gobierno del presidente Guillermo Lasso y, por su lado, familiares de la víctima dijeron a teleSUR que estas acciones intimidatorias del Ejecutivo no los amedrentarían y prometieron defenderse de las agresiones del Estado, refirió.
A continuación, Pérez Pirela presentó datos informados por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos de Ecuador el pasado lunes, que dan cuenta de 39 vulneraciones de derechos humanos durante las jornadas del paro nacional convocado por la Conaie y otros colectivos sociales para protestar contra las políticas neoliberales de Lasso.
Videos e imágenes difundidos por la Conaie muestran la represión policial, ocurrida al filo de las 22.00 hora local, y a manifestantes con severos golpes. Se denunció que la Policía empleó gases lacrimógenos y bombas de humo para detener la protesta y también se reportaron enfrentamientos en accesos al sur de Quito, por donde intentaron llegar a la ciudad manifestantes provenientes de Cotopaxi y Chimborazo, en respuesta al estado de excepción extendido por Lasso durante el fin de semana, indicó.
Analistas y participantes del conflicto coinciden en que desde el inicio de esta semana, la situación se ha deteriorado. Aunque por un lado el gobierno hace votos públicos por el diálogo, de otro, la represión se ha incrementado.
Para fundamentar esta apreciación, mencionó que la jornada de este martes, miles de manifestantes procedentes de distintos puntos de la geografía ecuatoriana se agruparon en las cercanías de dos universidades de la capital y fueron bombardeados con decenas de bombas lacrimógenas.
Según un informe de teleSUR desde el terreno, la noche de este 22 de abril, las acciones de la fuerza pública dejaron un número aún no especificado de heridos, lo que a su vez ha radicalizado la posición de diversas organizaciones sociales –no solo la Conaie–, que se niegan a dialogar con el gobierno hasta que este no dé muestras de comprender realmente lo que demandan.
Asimismo, se conoció que la ciudadanía de Guayaquil y Caldas, dos de las ciudades más importantes del país, se volcó a las calles para respaldar las manifestaciones en Quito.
Del mismo modo destacó que manifestantes han denunciado que el gobierno de Guillermo Lasso ha respondido a sus reclamos con balas, pese a que se expresaban pacíficamente. «Balas contra palabras», enfatizó el especialista.
En testimonios ofrecidos a teleSUR, señalaron que la represión desatada ha victimizado a personas vulnerables, como niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, incluso después de haber solicitado a la fuerza pública que se detuviera.
«¿Dónde están Bachelet y la OEA», dijo el analista para externar la inquietud de la audiencia, a la que ripostó que esto no les importa porque el gobierno ecuatoriano es de derecha.
Violencia creciente y diálogo sin perspectivas
Para redondear unas primeras conclusiones, Pérez Pirela puntualizó dos aspectos: violencia creciente y diálogo sin perspectivas, al tiempo que compartió las reflexiones avanzadas este miércoles por el abogado Carlos Poveda, representante jurídico de Leonidas Iza, a la cadena teleSUR en las que aseguró que el nivel de violencia del Estado contra los manifestantes se ha exacerbado durante los últimos días.
Sobre este punto subrayó que el jurista advirtió que la posibilidad de entablar negociaciones entró en un punto muerto, puesto que mientras el gobierno ha supeditado las conversaciones al levantamiento del paro, Conaie y otras organizaciones exigen que se levante el estado de excepción y se permita el acceso de las asambleas originarias a la Casa de la Cultura.
Poveda indicó que las declaraciones de los personeros gubernamentales han estado salpicadas de epítetos como «narcopolítica», «terrorismo» al referirse a las manifestaciones encabezadas por el movimiento indígena, que siempre tildan de violentas y responsabilizó a las autoridades de violentar la autonomía universitaria.
A modo de contraste, En una pieza propagandística publicada este miércoles en la cuenta de Guillermo Lasso en Twitter, se culpó sin pruebas a los indígenas y a otros movimientos sociales de haber «reprimido a su propia comunidad» y causar el desabastecimiento de productos básicos, al impedir la actividad comercial y amenazar a los ciudadanos, lo que a juicio del comunicador venezolano representa una muestra del «divide y vencerás».
«No tienen límites: suspenden las garantías, reprimen y sacan un video propagandístico en el que le echan la culpa a los indígenas», agregó.
En concordancia con los señalamientos de hipocresía de los gobiernos occidentales y de la llamada «prensa libre» comentó que solo después de 10 días de protestas continuas, dos asesinados y numerosas violaciones a los derechos humanos, el gobierno de los Estados Unidos avanzó comentarios sobre la situación en Ecuador por medio de su secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
Seguidamente, citó parte del tuit publicado por Nichols: «Estados Unidos apoya los esfuerzos para encontrar una solución pacífica y justa a las protestas en Ecuador y hace un llamado a las partes a evitar la violencia».
Del mismo modo, señaló que aunque sin mencionar directamente al gobierno de Guillermo Lasso, el funcionario estadounidense indicó que «es necesario respetar los derechos de la manifestación pacífica, seguridad, libre circulación y acceso a servicios básicos».
Nichols se hacía eco de una declaración suscrita por las embajadas de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, España, Suiza, Francia, Italia y la Unión Europea en Quito, en la que se manifestaba «preocupación» por «los continuos disturbios» que se han sucedido en el país durante los últimos días.
«Cuando estos países manifiestan ‘preocupación’ por los países del sur del mundo –léase África, léase América Latina–, los que tenemos que preocuparnos somos nosotros», cuestionó. Señaló, asimismo, que si una situación semejante se hubiera presentado en países como Venezuela, el tiempo y los tonos del pronunciamiento habrían sido definitivamente otros.
De regreso al tema principal, apuntó que la situación de la capital ecuatoriana durante la jornada de este miércoles parece dar la razón a quienes insisten en que ha empeorado. Así, acaso para evitar la concentración de personas, las autoridades locales anunciaron la suspensión del servicio de transporte.
Sobre esto, comentó que en la décima jornada de las protestas antigubernamentales, la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito anunció la suspensión de los servicios de trolebús y ecovías en todos sus puntos y estaciones.
Según la compañía estatal, se tomó la decisión para salvaguardar la integridad de los usuarios y funcionarios en el marco de las manifestaciones que iniciaron el pasado 13 de junio.
«Lo que está pasando en Ecuador son síntomas disfrazados de derecha, síntomas de una América Latina donde ya hay gobiernos progresistas o de izquierda, con pueblos ya no se calan las recetas neoliberales del Fondo Monetario Internacional ni están dispuestas a acallar la represión», indicó.
Esta oleada, esta chispa que se mueve en la región, alcanzó incluso a países como Colombia, Chile o México, donde las oligarquías ejercían dictaduras de facto y hoy tienen gobiernos con agendas progresistas.
Antes de despedir la edición, invitó a la audiencia a conectarse a las plataformas de LaIguana.TV este jueves 23 de junio a las 7:00 pm, hora de Venezuela, pues estará como invitado en Desde Donde Sea el intelectual portorriqueño Ramón Grosfoguel, profesor de la Universidad de Berkley, quien disertará sobre los movimientos imperialistas en Taiwán para azuzar un conflicto con China.
(LaIguana.TV)