Más de 70.000 personas se volcaron a las calles de República Checa y Alemania para protestar contra el respaldo de Praga y Berlín a Ucrania, así como contra los efectos en la vida cotidiana que han traído las sanciones impuestas a Rusia.
La cadena multiestatal teleSUR puntualiza que «a medida que se acerca el invierno, los europeos sienten el impacto en sus bolsillos de las políticas contra Moscú en el precio del gas y la comida».
En los últimos meses, tanto las facturas de gas y electricidad como la inflación han alcanzado topes históricos o no vistos desde hace unas cuatro décadas en Europa. Y en algunos países, como Italia y el Reino Unido, el coletazo de las restricciones contra la economía rusa colapsó los gobiernos de Mario Draghi y Boris Johnson.
Vistos los antecedentes, las manifestaciones masivas de checos y alemanes en vísperas del otoño, cuando ya empezaron a regir los recortes energéticos, hace que muchos se pregunten si las administraciones de Olof Scholz y Miloš Zeman no serán las próximas en derrumbarse.
(LaIguana.TV)
