lunes, 21 / 04 / 2025
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“Petro ha demostrado guáramo y decisión”: Pérez Pirela evaluó la reconciliación con Colombia

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La solicitud formulada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a su homólogo Nicolás Maduro, para que Venezuela retome el papel de garante en las conversaciones de paz entre el Estado colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), es un gesto político muy interesante, que lo perfila como un presidente con guáramo, un hombre de decisiones, opinó Miguel Ángel Pérez Pirela.

En la primera emisión de la nueva temporada de su programa Desde donde sea el filósofo y comunicador político admitió que le sorprendió la decisión de Petro sobre ese tema, pues la consideraba poco probable, dado el contexto político previo.

“Apenas un mes después de que asumiera la primera magistratura en Colombia, las relaciones bilaterales con Venezuela han experimentado un giro de 180 grados, luego de tres años y medio de suspensión y más de una década de tensiones. Uno de los últimos pasos –que resalta por lo significativo– fue que Petro formulara esta invitación a Maduro”, dijo Pérez Pirela.

Leyendo una nota publicada por laiguana.tv,  citó la respuesta que dio Maduro a ese llamado: «Venezuela acepta el carácter de garante de las negociaciones de los Acuerdos de Paz de Colombia con el ELN y pondremos nuestra mejor voluntad, en nombre de Dios Padre Todopoderoso, por la paz total de Colombia, claro que sí».

Pérez Pirela consideraba poco probable que Petro invitara a Maduro al proceso de paz. Razonó que si bien Venezuela fue un actor decisivo en los acuerdos que suscribieran el Estado colombiano y las FARC, las constantes críticas del ahora presidente neogranadino hacia el gobierno de Venezuela, ponían en entredicho la posibilidad de consolidar en el corto plazo un relacionamiento tan estrecho.

“Con todo, otra de las promesas de campaña de Petro fue restablecer los lazos diplomáticos, consulares y comerciales con Venezuela. Hasta ahora parece que no habló en balde. A poco de triunfar en los comicios presidenciales, marcó distancia de su predecesor, levantó el teléfono y llamó a Maduro”, enfatizó.

En el programa, que volvió al aire luego de aproximadamente un mes de receso, se analizaron hechos recientes de América Latina, como la derrota del proyecto de nueva Constitución en Chile; el intento de asesinato de la vicepresidenta argentina Cristina Kirchner;  y el clima previo a las elecciones presidenciales en Brasil. También la delicada coyuntura de Europa en el contexto del conflicto de Ucrania. Pero el grueso de la reflexión se dedicó al restablecimiento de las relaciones bilaterales colombo-venezolanas.

¿Fin del divorcio?

“Venezuela y Colombia intentan recuperar el nivel de intercambio comercial que en 2008 era de 7 mil millones de dólares y que las administraciones colombianas anteriores, especialmente la de Duque, echaron al traste para apoyar las locuras que propició Estados Unidos –expuso Pérez Pirela-. Estamos hablando entonces de algo muy importante porque es ponerle cierre a aquella locura que propició Estados Unidos a través de mequetrefes como Duque”.

Precisó el moderador que en 2008 teníamos un intercambio superior a 7 mil millones de dólares. Luego, con los ataques, los bloqueos, los intentos de invasión y de magnicidio, ese fructífero flujo comercial quedó reducido a nada.

Presentó el Iguanazo, la caricatura del ilustrador Iván Lira para laiguana.tv,  en la que se afirma que “Venezuela ignoró a Duque y sus gritos de guerra, pero oye a Petro que pide paz”.

También ofreció fragmentos de videos  en los que se aprecia el dinámico proceso de retorno a la normalidad de las relaciones entre los dos países.

En los materiales audiovisuales se observa el acercamiento a través de declaraciones de uno y otro presidente, de los cancilleres y otros funcionarios.  Muy rápidamente quedó claro que mediaban urgencias para retomar los lazos.

Por ejemplo, antes de la toma de posesión, el entonces canciller designado, Álvaro Leyva Durán, acudió a San Cristóbal (Táchira) para reunirse en persona con el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Carlos Faría. En una declaración conjunta suscrita entonces, se evidenció  que el proceso de normalización de las relaciones comenzaría el mismo 7 de agosto, una vez que se produjera el cambio de gobierno.

Con ese rápido viraje se puso fin a una época nefasta. Como es sabido, en la administración de Duque terminaron por romperse las relaciones en razón del desconocimiento de Bogotá de las autoridades legítimas de Venezuela y su comprobado respaldo a distintas tentativas sediciosas contra el Gobierno Bolivariano. “Los dos pueblos fueron víctimas de todo el desastre de Duque”, recalcó Pérez Pirela.

Al hacer un recuento de los pasos dados hasta ahora, señaló que el 8 de agosto Maduro anunció la designación del excanciller y exembajador de Venezuela en China, Félix Plasencia, como representante de Miraflores ante la Casa de Nariño.

En reciprocidad, Petro comunicó el nombramiento de Armando Benedetti como embajador neogranadino en Venezuela. En su declaración, el mandatario asignó a su representante en Caracas «la ardua tarea de normalizar las relaciones» y recuperar la deshecha institucionalidad binacional.

Unos días después, los embajadores arribaron a las respectivas capitales para poner en marcha la compleja agenda bilateral. Benedetti fue recibido en el Palacio de Miraflores por el presidente Nicolás Maduro el pasado 29 de agosto.

Según la reseña del evento, el encuentro transcurrió en un ambiente distendido y cordial. Y si bien en el momento no trascendieron detalles concretos de la conversación, sí se enfatizó que las partes se mostraron sonrientes ante las cámaras y que el diplomático obsequió al mandatario un sombrero «vueltia’o» de la costa colombiana.

“Imagínense lo traumático que habrá sido para quienes quisieron darle un golpe de Estado a Maduro con el argumento de que supuestamente era colombiano, verlo con este sombrero”, ironizó  Pérez Pirela.

Benedetti dijo a la prensa colombiana que las partes trabajaban para concretar un encuentro presencial entre los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro en algún punto de la frontera. Y aunque no precisó una fecha, adelantó que podría tener lugar a mediados del mes de octubre.

“Ese será un encuentro fundamental y generará un cambio positivo para los dos pueblos”, pronosticó el conductor del programa.

El representante de la Casa de Nariño fue recibido por segunda vez en Miraflores el 14 de septiembre. De acuerdo con lo que escribió en sus redes sociales, esta segunda reunión tuvo como objetivo revisar los avances en el restablecimiento de las relaciones.

Entretanto, el embajador venezolano, Félix Plasencia aseguró desde Bogotá que tendría que hacer frente a una exigente agenda de trabajo que demandaría la cooperación binacional a tiempo completo.

Empero, debió esperar hasta el 7 de septiembre para entregar sus cartas credenciales ante el presidente Gustavo Petro por problemas de agenda, según se dijo, sin que ello implicara retrasos en el cronograma de reuniones definidas para rehabilitar las relaciones.

Antes de la recepción oficial, se reseñaron intercambios de alto nivel con el canciller Álvaro Leyva y con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña.

Plascencia refirió que en su encuentro con el dignatario colombiano se abordaron asuntos sobre migración, seguridad, integración regional y el proceso de paz en el vecino país.

De su parte, Umaña realizó una visita oficial a Caracas los días 8 y 9 de septiembre. Se conoció que sostuvo reuniones privadas con el presidente Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

Entre otros cargos, antes de ocupar la cartera de Comercio, Industria y Turismo, el funcionario colombiano estuvo al frente de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, una posición estratégica de cara al reinicio de la actividad comercial entre los dos países.

El termómetro mediático

Pérez Pirela comentó que la llegada a Venezuela de Benedetti recibió extensa atención en los medios de los dos países y contrastó un poco con la relativamente discreta cobertura que recibió Plasencia en Colombia.

“Sin embargo, conviene puntualizar que el colombiano es un personaje de alto perfil mediático en su país desde sus tiempos de congresista. Inicialmente ligado al uribismo, rompió con Álvaro Uribe para sumarse al gobierno de Juan Manuel Santos, donde alcanzó a presidir el Senado. Posteriormente se sumó a las filas del Pacto Histórico, la coalición que llevó a Petro a la Casa de Nariño, aunque son bien conocidos tanto sus vínculos con el mundo empresarial de la costa colombiana como sus relaciones con la embajada estadounidense, algo que él no se encarga de ocultar”, reseñó. 

Durante su breve estancia en Venezuela ha concedido numerosas entrevistas en las que ha adelantado informaciones relevantes, como los avances de la devolución de Monómeros al Estado venezolano, el interés colombiano en el gas venezolano y la reanudación de la cooperación judicial entre Colombia y Venezuela.  “Por cierto, hizo una rumba en la Embajada en la que estuvo nuestro compañero, el periodista Eligio Rojas, moderador del programa Tubazos, y donde hubo mucho vallenato”, contó en tono de confidencia.

Al otro lado del péndulo, la falta de estridencia de Plasencia no debe ser confundida con ausencia de eficacia para la tarea que le fuera encomendada ni con una posición de minusvalía en el vecino país. Se trata de un diplomático altamente experimentado, una razón que fue evocada por el propio Maduro cuando hizo público su nombramiento.

Un ministro recomienda pedir perdón

En esta aproximación al tema colombo-venezolano se dio gran relieve al hecho de que voceros del gobierno colombiano se han manifestado abiertamente su disconformidad con la política exterior del expresidente Iván Duque hacia Venezuela y los venezolanos, al tiempo que han prometido un relacionamiento respetuoso en todos los niveles.  

“Ojalá sea así. Una frase me impactó positivamente fue la del canciller colombiano, que calificó como  ‘barbaridad’ la ruptura de toda comunicación entre los dos países, mientras que el ministro del Interior, Alfonso Prada, manifestó que Colombia debe ‘pedir perdón’ a los venezolanos que residen en ese país, en razón de los tratos vejatorios y discriminatorios a los que fueron sometidos durante la administración de Duque –destacó Pérez Pirela-.Yo adjuntaría que deben pedirnos perdón también a los venezolanos y a las venezolanas que estamos aquí, por los desvaríos y las atrocidades que cometió Duque contra Venezuela”

(LaIguana.TV)

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